martes, 2 de junio de 2020

Elegía a Ramón Sijé (Miguel Hernández)


ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien
tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

(10 de enero de 1936)

A pesar de que la mayoría conoce esta elegía, he querido escogerla porque personalmente siempre me ha gustado. Primeramente, quiero introducir un poco la figura de Ramón Sijé:

Ramón Sijé nació el 16 de noviembre de 1913 y murió el 24 de diciembre de 1935 a los 22 años. Su verdadero nombre era José Ramón Marín Gutiérrez. Utilizó un anagrama con su nombre y su primer apellido como pseudónimo.

Centrándome ya en la elegía en sí, se destaca primeramente la dedicatoria que da inicio a la elegía. En una edición, concretamente en la de Losada escribe “a quien tanto quería”, en otras ediciones, sin embargo, encontramos “con quien tanto quería” (esta por ejemplo, es una de ellas). Esto es debido a que Miguel Hernández hacía un juego de significados, quería expresar que con Ramón Sijé compartía muchos momentos y, al mismo tiempo, lo quería mucho. Este tipo de recursos ya se vio en Perito en Lunas.

La elegía presenta un dolor angustioso ante la muerte, ya mencionada en la primera estrofa (v.2). Además, vemos que la persona a la que va dirigida el poema ha mantenido un estrecho vínculo con el autor, pues el poeta lo denomina “compañero del alma”. En la segunda estrofa, vemos que el yo poético queda convertido en un hortelano que va mostrando su sentimiento de pena. Es a partir de la cuarta estrofa en donde se nos va presentando de manera más impactante la imagen de la muerte, junto con el dolor y dramatismo.

Como bien se puede observar a lo largo de la elegía, el clima de angustia desaparece cuando se llega a las últimas estrofas, dejando ver una esperanza ante un reencuentro con su amigo. Se parte de un sentimiento de dolor y desesperación por la muerte tan prematura de Ramón Sijé a una imaginación feliz por ese reencuentro tan esperado a través de la naturaleza. En las dos últimas estrofas parece que ese llamada al reencuentro ha surtido efecto, pues la elegía finaliza con un tono tranquilo y sereno.

Podemos decir, por lo tanto, que esta elegía es un claro ejemplo de mostrar un sentimiento hondo, en este caso, el desconsuelo, gracias a la sinceridad y belleza con la que está escrita.


Bibliografía:
FERNÁNDEZ PALMERAL, Ramón (2005) "Simbología secreta de "El rayo que no cesa" de Miguel Hernández / ensayo e ilustraciones de Ramón Fernández Palmeral; prólogo de Francisco Esteve" http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/simbologia-secreta-de-el-rayo-que-no-cesa-de-miguel-hernandez--0/html/ [visitado el 02/06/2020]

SIN AUTOR, (s/f). POETICOUS https://www.poeticous.com/miguel-hernandez/elegia-a-ramon-sije?locale=es

Simbología de El rayo que no cesa (1936, Miguel Hernández)



Tras haber visto parte de la simbología de Perito en Lunas, ahora toca hablar de El rayo que no cesa.
El rayo que no cesa es un poemario de Miguel Hernández compuesto por 30 poemas dedicados a distintas mujeres y una elegía a quien fue su gran amigo Ramón Sijé. La obra contiene un lenguaje subjetivo en donde se ve la presencia de un yo poético y un tú poético, además, hay abundante adjetivación. El tema principal de la misma es el amor, generalmente, no correspondido.
En la obra no se revela el nombre de la amada, pero sí que posee un amor verdadero, en este caso, la poesía. Antes de hablar de parte de la simbología de esta obra, quiero centrarme en las tres mujeres a las que va dirigida:
  • *    Josefina Manresa: la que es su viuda y con la que tuvo una relación de altos y bajos. Gracias a ella, los investigadores han podido conocer a Miguel Hernández.
  •    María Cegarra: la conoció en el homenaje a Gabriel Miró en Orihuela en 1932. De ella, podemos decir que tal vez fuera la destinataria de la dedicatoria de esta obra, mantuvo una corta y afectiva relación epistolar con Miguel Hernández.
  • *   Maruja Mallo: conoció al poeta a principios de 1935 en Madrid, en la obra del poeta, parece ser la liebre loca y libre. Formaba parte de la Escuela de Vallecas. De ella se puede decir que tal vez sea la destinataria a quien más poemas le ha dedicado Miguel Hernández en esta obra. Fue un amor salvaje.

De la simbología de esta obra destacamos:
  • Rayo: cuya energía es devastadora y se representa bien como un cuchillo o bien como metal crispado. El poeta lucha contra esa energía devastadora aunque a veces puede verse que es el propio poeta el mismo rayo (soneto 20). 


Otras veces se refiere a la amada o el símbolo del amor atormentado del poeta. Lo curioso de este símbolo es que aparece de forma continua desde el primer soneto hasta el soneto 20 visto arriba. Después no vuelve a mencionarse hasta el soneto 29 con “se me ha muerto como el rayo Ramón Sijé”, posiblemente, esto es debido a que los poemas se escribieron en momentos diferentes.

  • Muerte: un símbolo que se repite constantemente porque es uno de los temas principales además del amor. Este símbolo aparece de diferentes maneras, en el soneto 20 como “un enterrado vivo por el llanto”, como un ataúd en el soneto 18 al describirla como “los árboles que han de dar la materia de su caja”. A este símbolo se le considera también como el fin del dolor espiritual y carnal. 

  • Amor: uno de los temas principales de esta obra. El rayo que no cesa está compuesto por sonetos de amor atormentado. Dentro del amor, vemos que el color blanco representa la belleza que posee la amada, esta belleza está descrita de diferentes maneras. 
  • Pena: presente en esta obra y en cada momento de la vida del poeta. Junto con la vida, la muerte y el amor, la pena es uno de los temas de las que escribe Miguel Hernández en sus obras.
Otros símbolos que podemos encontrar en esta obra son: el toro, el yunque o la herrería (instrumentos de Vulcano) o elementos moldeables y animales flexibles y sumisos.

Bibliografía:
FERNÁNDEZ PALMERAL, Ramón (2005) "Simbología secreta de "El rayo que no cesa" de Miguel Hernández / ensayo e ilustraciones de Ramón Fernández Palmeral; prólogo de Francisco Esteve" http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/simbologia-secreta-de-el-rayo-que-no-cesa-de-miguel-hernandez--0/html/ [visitado el 02/06/2020]

Conclusiones sobre María Martínez Sierra

Como ya he comentado en anteriores entradas, María fue una mujer de ideales firmes que luchó por la igualdad y libertad de las mujeres durante los primeros años del siglo XX. 
El hecho de refugiarse tras la firma de su marido la ha convertido en una autora desgraciadamente olvidada hasta hace unos pocos años. A pesar de que hoy hablamos sobre ella y conocemos el secreto tras la obra de su marido, se la reconoce con los apellidos de este en lugar de los suyos.  

En la revelación del secreto de la obra de María Lejárraga ha sido fundamental la correspondencia que mantuvo durante años con Gregorio Martínez Sierra, donde su marido le pedía de manera periódica continuaciones de sus obras a cambio de dinero. Hay cartas desde mediados de 1915, durante los primeros años de la Compañía Cómico-Dramática Gregorio Martínez Sierra, y hasta 1947, es decir, la muerte de Gregorio, que se han perdido. A pesar de ello, María conservó 144 cartas de su marido mientras que este parece que no quería dejar rastro de ellas, ya que no guardó ninguna. El conjunto de cartas abarca principalmente la etapa de exilio de la escritora, que, como he mencionado anteriormente, jamás regresó a España debido a que no apoyaba el régimen franquista. Aunque fue un secreto bien guardado durante su vida, muchos investigadores se preguntan si realmente María quiso que tras su muerte se conociera la verdad y fue este el motivo por el que guardó todas las cartas durante tantos años. 

En sus obras intentó convencer a las mujeres de España de la necesidad de la implantación de la ideología feminista en el país ya que no existía un movimiento feminista organizado como tal, algo que ya era vigente en otros países europeos y norteamericanos. Supo compatibilizar su participación en política con la literaria y continuó escribiendo literatura durante toda su vida.  

Ent_7: Conclusiones

En cada entrada se ha seguido el siguiente esquema: por un lado, abordar la intensa vida de Neville que, en muchas ocasiones, se traspasa a su obra, y, por otro lado, estudiar su calidad artística. De este modo, a partir de la introducción, he dado paso a los siguientes capítulos:
- el relato breve cuya actividad no cesa hasta el fin de sus días. Sobre este género, he analizado El perdón (1923) y Fin (1936).
- la novela en Neville con el estudio de Don Clorato de Potasa cuyas líneas descubren el alma aventura y libre del autor madrileño por Madrid, París y Nueva York.
- el cine tanto con la gran película La torre de los siete jorobados, conjunto maravilloso de fantasía, sainete y savoir faire, como con el primer gran documental sobre el flamenco Duende y misterio del flamenco que atesora unos registros bellísimos.
- el teatro con cuyas obras le llegó el éxito y la fama mezclando comedia elegante con rasgos profundamente humanos. La obra El baile (1952) permite extraer la sensibilidad de Neville en cuanto al amor, la libertad, la amistad y el paso del tiempo.
- la poesía como muestra que la mirada poética recorre su obra. En este género se sumerge cuando atesora una gran experiencia vital y vuelve a sentir la llamada del deseo. Además, he querido incluir algunos artículos como Turismo o García Lorca ya que Neville "que siempre llevaba un artículo en el bolsillo" ha sido un artista con ojos de búho que sabía hallar en su alrededor el disfrute, el frenesí y el placer.

En dedicación a Neville:

De buena cuna, inquieto y de buen porte,
Neville vivió con frenesí su pasaporte,
buen conocedor de París, Londres, New York,
de las costas soleadas y del mar argenteado

Entró en el mundo del cine por la puerta grande,
entre los artistas más vanguardistas, tuvo hueco,
incluso fama,
con el teatro puso los carteles en lo más alto,
y en el cine ya era también laureado

Las letras, las aventuras, los amores, 
las noches, los viajes, el arte tras él.
Se meció al lado franquista, sus motivos
expone, su ideología responde y su arte
sobrepone

Supo experimentar el placer y la fruición,
el tiempo marchito no amargó su obra,
teñida en sus venas con el hedonismo
y el humor inteligente y socarrón

Se acercó a la poesía, a la pintura,
siendo consagrado como bon vivant
y, sobre todo, como artista

Coincidencia será, que nació de inocente,
un veintiocho de diciembre, y murió
el día dedicado al libro, sin duda,
el mayor homenaje sería sumarlo,
a Cervantes, a Shakespeare o al Inca Garcilaso,
por esas fechas dicen que mueren,
estos altos empoderados, pero
si el polvo atrasado las yemas levantan,
si de cerca los ojos se desperezan,
descubrimos autores como a Neville
que vida y arte han legado

Esta pequeña e improvisada composición está dedicada al gran Edgar Neville. Desde la introducción, la intención ha sido construir un trabajo alrededor de su figura para poner el foco en un autor que irradia un humor atractivo a las mentes despiertas, una humanidad reflexiva y una perspectiva valiente, imaginativa y creadora. “La otra generación del 27” ha estado presente en este blog que aborda la literatura española entre 1936 y 1980. Neville ha estado presente y ha demostrado con sus obras que aún merece ser leído, visto y estudiado.  

Conclusiones sobre Miguel Hernández

Y con el teatro de Miguel Hernández doy por concluido este viaje a través de su vida y gran parte de su obra. Personalmente, no sabía much...