jueves, 9 de abril de 2020

''¿Qué hace a lo largo del día Delibes?''

Con esta pregunta, que quedará respondida de forma muy esclarecedora al final, titulo esta nueva entrada en la que pretendo detenerme en los aspectos biográficos del escritor. Como defiendo que la vida de un individuo no la reflejan sus números, a él dados, sino sus palabras, por él dichas, intentaré que la persona que se esconde detrás del escritor (en el caso de Delibes, como veréis, son prácticamente la misma esencia), quede reflejada por sus acciones, más que por sus obras y premios. 
No obstante, un poco de frialdad numérica no vendrá tampoco mal, y sabed asimismo que la obra de este autor (cuyo contexto vendrá precisado en las siguientes entradas) es muy prolija y se ajusta a esquemas y narrativas muy diferentes, acordes con las tendencias de la época. 

Miguel Delibes nace en Valladolid el 17 de octubre de 1920 y muere el 12 de marzo de 2010, también en Valladolid. Dirigió el diario provincial El Norte de Castilla e ingresó en la RAE en 1975, con un discurso fantástico en favor de la naturaleza, que protagonizará otra de las entradas de este blog. Ha sido galardonado con muchos premios de indudable prestigio, como el Premio Nadal, en 1948, para su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en 1981, o el Premio Cervantes, en 1993. Como se ve, es un escritor cuyo mérito literario está fuertemente reconocido.
Pese a ello, Delibes no debió de ser un hombre soberbio y engreído. Más bien, todo lo contrario: se consideraba a sí mismo un escritor de nivel ''discreto-medio'', sin atisbo de falsa modestia en sus palabras, pues lo pensaba verdaderamente. Su figura pesimista y resignada queda muy bien definida en los dos documentales que os relacionaré al final de este texto y que construyen gran parte del cuerpo de información del mismo. Creía fuertemente en el determinismo, como revela al aludir a la coincidencia de que la casa en que nació se encontrase en el edificio del diario El Norte, del que posteriormente sería el director. Con todo, Delibes era una persona bastante romántica y su figura no se puede desvincular de la de su mujer, Ángeles Castro, a cuyo pueblo natal, Sodano (Burgos) se solía acercar nuestro escritor con su bicicleta, porque era este el único modo de poder verla, y, así, intentar conquistarla. La bicicleta ocupa un lugar casi mágico en la vida de Delibes e incluso le dedica un libro (Mi querida bicicleta, 1988). Esto también me emociona especialmente. Hoy en día, se realiza una ruta ciclista, organizada por la familia del autor, que trata de conmemorar el trayecto que recorría hasta llegar a la casa de su futura mujer.
La bicicleta de Delibes - Manu de La-Chica - Medium
Ángeles y Miguel mantenían una costumbre que a mí, particularmente, me resulta hermosa. Esta era la de dedicarse cada libro que adquiriesen; el escritor le firmaba como ''MAX'', que corresponde a Miguel-Ángeles-X como incógnita del futuro. Fue por Ángeles que Delibes se inició en la lectura y en la literatura, por lo que, como se ve, supuso una determinación trascendental en su vida. La muerte de Ángeles en 1974 asestó un golpe emocional definitivo a la ya de por sí visión
pesimista de Delibes, que lo sumió en una depresión que sus hijos recuerdan con honda melancolía en uno de los documentales. En 1991, Delibes dedica un libro al recuerdo de su mujer, probablemente uno de los más intimistas: Señora de rojo sobre fondo gris.
Sea como fuere, Delibes fue un hombre muy suyo. En 2010, los Reyes de España lo invitaron a una recepción en Madrid para concederle un premio a los Valores Humanos, pero él, en cambio, se negó a ir, devolviendo la invitación e invirtiéndola: finalmente, los Reyes tuvieron que ir a la casa de Delibes, en Valladolid, no había manera de moverlo de la ciudad. Casi nunca la hubo (aunque cabe decir que durante la visita de los Reyes se encontraba ya en un estado de salud bastante empeorado), ya que, como veis, nació y murió en Valladolid. ¡Imaginaos a Juan Carlos y a Sofía apretujados en un ascensor comunitario! A mí, sinceramente, me cuesta, pero debió de ser toodo un espectáculo. 
Visto esto, no se me ocurre mejor final para esta entrada que este, ni se me ocurre una mejor definición de Delibes que esta última anécdota. O quizás sí: lo que hacía Delibes a lo largo del día era, sin más, quejarse. Castellano, castellano... 
Delibes encarna el respeto, la verdad y la libertad», asegura el ...
'''El tío... ¡como en su casa!''



*Si os interesase profundizar en la biografía de Miguel Delibes, os escribo a continuación un enlace muy práctico y claro. La página web escritores.org, además, proporciona una gran variedad de recursos de aprendizaje y una gran disponibilidad de concursos para aquellos a los que os guste escribir.
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''Delibes, Miguel'' recuperado en  https://www.escritores.org/biografias/68-miguel-delibes el 09/04/2020

Documental Delibes, la X de Max, recuperado en http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-delibes-max/5424258/?media=tve  el 07/04/2020

Documental Esta es mi tierra: Valladolid y Castilla de Miguel Delibes, recuperado en https://www.rtve.es/alacarta/videos/esta-es-mi-tierra/esta-tierra-valladolid-castilla-miguel-delibes/2427587/ el 08/04/2020


Antes de comenzar: ¿Por qué Miguel Delibes? Una necesidad personal

Miguel Delibes fallece a los 89 años | Miguel delibes ...
Hace no mucho leí un artículo que escribió Herbert Ramsdem sobre la estética y la propuesta filosófica que planteaban los noventayochistas que coló en mí alguna que otra reflexión reveladora, aunque tímida, del mundo. Es esta una generación literaria que siempre logra dejarme una particular emoción de comunidad y honestidad y a la que tengo, por tanto, una de las estimas más grandes dentro del panorama literario español. En el artículo, como digo, se lanzaba esta afirmación: "A la literatura se la contempla como un producto del carácter del país, y se toma como un medio para entender ese carácter'' (1979: 25), y la acompaña con una muy adecuada citación a Azorín, que sentía  ''el deseo de buscar nuestro espíritu a través de los clásicos''. Esta esperanza desesperada en la literatura como fuente reveladora de verdad sobre uno mismo entronca, como en un rompecabezas, con aquella otra frase que se le atribuye a nuestro Cervantes, y que reza así: ''En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia''. Y hasta aquí las citas, que , en abundancia, probablemente pueden resultar petulantes en algún modo. No es mi intención.
Mi intención es explicar mi elección literaria en torno a Miguel Delibes. Él es vallisoletano, como lo somos toda mi familia, y ubica la mayor parte de sus obras en el espacio castellano, demostrando por él una sensibilidad muy machadiana que me emociona. Hela aquí, la emoción del lector, que es imprescindible para comprender la obra leída. 
Desde pequeñito, mi entorno familiar me ha hablado de Delibes. ''Tienes que leerlo, hijo'', siempre. Y siempre me instaban a leer Cinco horas con Mario; no os quiero ni contar cuál fue el tema de conversación de la semana cuando esta obra vino teatralizada al Bretón. 
Ayer me enteré, para más inri, de que mi madre lo había conocido en persona, y también a sus siete hijos porque eran clientes habituales de la tienda de muebles y decoración en que trabajaba mi madre. Mi madre debió de declararse a Delibes como una gran lectora suya, de sus Ratas especialmente, ante lo que el escritor reaccionó, según me contó ella, con una inmensa humildad y modestia; nunca estuvo satisfecho con su creación literaria, como veréis en algunos de los documentales que iré relacionando en las siguientes entradas. Esto, en cuanto a la figura materna. En cuanto a la figura paterna, Miguel Delibes me recuerda inevitablemente a mi padre, tan tremendamente castellanos los dos, en su laconismo y su honestidad. También físicamente, con sus boinas y sus prendas color marrón. Como se ve, Delibes siempre ha estado, de un modo sutil, silencioso, en mi vida.
Si, además, quiero buscar una razón externa a esta elección, la encuentro en que este año se celebra su centenario (1920-2020). Esta red de casualidades parece más bien fruto de un demiurgo de acertado gusto literario. 

Así, la necesidad de comprender mi entorno, sostenida en la firme creencia en que las lecturas nos forman como personas al dejarnos un poso moral y un rayito de mundo, es la principal razón por la que Delibes, con su Cinco horas con Mario, protagonizará mi humilde aportación a este blog. Las siguientes entradas serán, como cabe esperar, mucho más analíticas, rigurosas y objetivas, aunque espero no perder, con ello, el rastro de emoción que deja este ''cazador que escribe'' en mí. 


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Ramsdem, Herbert, ''El problema de España'', en Historia y crítica de la literatura española (coordpor Francisco Rico), vol.6, tomo 1, 1979, 20-26


Ent_2: Neville y los relatos breves


“La esperanza de encontrar a alguien en el mundo” (Neville, en Perdón, 1923)


Quisiera indicar que no había cumplido 27 años Edgar Neville cuando ya había hecho un "montón" de cosas. Se había casado, había viajado por Europa, había estado en el Marruecos colonial como cónsul, había estudiado derecho, había ingresado en la carrera diplomática, era deportista, era periodista y ya había publicado algunas obras como Eva y Adán. Qué energía para querer ser un vago como demuestra en alguna entrevista u obra artística (El Baile).

Para realizar esta entrada, dedicada al relato breve de Neville, me baso en la obra Cuentos completos y Relatos Rescatados (1923-1966). Esta obra reúne de forma cronológica los seis libros editados en vida por Neville: Eva y Adán (1926), Música de fondo (1936), Frente de Madrid (1941), Torito bravo (1955), El día más largo de monsieur Marcel (1965) y Dos cuentos crueles (1966). El editor es el periodista y escritor José María Goicoechea (Madrid, 1966) que en una entrevista[i] en 2018, año de publicación de esta obra, explica que Neville ha sido un autor olvidado. Añade Goicoechea que es el cuento el género donde más constante ha sido el autor madrileño. Los lectores encontrarán en la obra de Goicoechea los cuentos de los seis libros (sesenta y seis) y otros (dieciséis) publicados en revistas y periódicos, siendo el primero de 1923.
Como la extensión del blog en cuanto a palabras es limitado, optaré por comentar dos de ellos que están íntimamente relacionados.
El perdón (publicado en la revista Buen Humor, el 25 de noviembre de 1923) muestra un tema que veremos, más adelante, en Fin. La humanidad está desapareciendo y el planteamiento absurdo cobra protagonismo. La esperanza del primer protagonista, un doctor, reside en encontrar a otros humanos. En la búsqueda el doctor tropieza con una señorita. El primer encuentro es muy cómico, ya que solo hay dos humanos en el mundo, pero justamente se chocan. Los dos se reconocen como hijos de Adán y Eva o directamente como Adán y Eva. Estando los dos solos aparece Dios que les pregunta porque han salido del Paraíso. Con una ironía suprema, Dios les explica que estos miles de años que han estado fuera del paraíso han sido un paréntesis y que pueden volver al Paraíso sin que vuelva a ocurrir, se sobreentiende, el asunto de la manzana. 
Fin (en Música de fondo de 1936) es una reescritura de El perdón. El tiempo y la muerte igualatoria aparecen como rasgos característicos del autor. También, el humor que tiene que ver mucho con el absurdo “hasta los que tenían que dar ejemplo de vida, y son centenarios, se morían también”. El reloj, como símbolo del tiempo, es el único que parecen no sucumbir a la muerte. 
El cuento se divide en dos escenas. La primera muestra una catástrofe humanitaria. Las personas han muerto y los objetos personificados quedan en soledad. Sin embargo, ha sobrevivido una mujer llamada Susana. Se trata de una bailarina de cabaré que ante la soledad decide ir a los Grandes Almacenes. Sin embargo, la angustia y el miedo se apoderan de ella y grita desesperadamente ante un mundo sin humanos. La ciudad ha quedado silenciada. En tal situación, decide coger un automóvil y buscar a alguien, como en El perdón. Llega a emplear su cuerpo desnudo a modo de atracción, pero tampoco lo consigue. El cuento contiene erotismo y la mujer es la que está descrita con un léxico más peyorativo. En la segunda escena, el cuento cobra mayor magnitud cuando Susana se encamina hacia Oriente. En Asia llega el ansiado encuentro con otro humano. Sin embargo, el encuentro no es muy amable “A su edad podría usted saber no interrumpir la circulación”. En el viaje en pareja surge el deseo sexual (Susana se pasa más de la mitad del cuento desnuda, ya que debajo del abrigo de pieles no lleva nada). Aparece de nuevo el motivo de Adán y Eva. En la confluencia del Tigres y Éufrates acaba su viaje. Entonces, aparece Dios, el cual les dice que ambos pueden volver al Paraíso porque la “historia” de la manzana no fue para tanto.
Conclusiones:
1. La manera de sobrellevar la soledad es estar siempre en movimiento.
2. A pesar de hallarnos en la dificultad mayor, siempre existe una vía de escape como el viaje y la búsqueda.
3. Comprender que Dios ha perdonado "el asunto de la manzana" y que podemos volver al Paraíso es una manera transgresora de opinar sobre el pecado y la moral religiosa. Neville ha sido descrito por aquellos quienes lo conocieron como un bon vivant, es decir, no se privó de los placeres mundanos.
4. La sintaxis es breve y concisa, característica de textos periodísticos.
5. El uso del lenguaje es poético y se consiguen imágenes muy plásticas como “una estrella bajó a mojarse las puntas en el mar” o “las campanas parecían bailarinas ahorcadas”. Para Neville, la poesía era fundamental. Incluso se sumerge en este género en la última etapa artística de su vida.
6. La nueva interpretación de los motivos relacionados con el pecado original (el motivo bíblico también lo encontramos en el cuento Instalación de 1926), el tiempo y la muerte.

Os animo a que leáis algún cuento de este autor crítico e innovador. Del prólogo de Goicoechea en Cuentos completos y relatos rescatados extraigo los siguientes temas que hallaréis en sus relatos: vanguardismo, relaciones lésbicas, viajes, jóvenes contemporáneos, historias de americanos, el absurdo absoluto, propagandísticos… En ellos se produce una evolución tanto de los temas como del humor, su seña de identidad. Si tuviera que recomendar uno de ellos, diría Torito bravo ya que “mantienen una considerable dosis de absurdo, que dejan siempre en el lector un regusto agradable, optimista, alegre” (Goicoechea, 2018:15).

Bibliografía y webgrafía:
CARRATALÁ, Ríos, Juan Antonio (2009). Una arrolladora simpatía: Edgar Neville. De Hollywood al Madrid de la posguerra. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Alicante.
GOICOECHEA, J.M. (2018). Cuentos completos y Relatos Rescatados (1923-1966). Reino de Cordelia. Madrid.
[1] Entrevista realizada por Javier Morales el 12/08/2018 en el Museo Thyssen de Madrid https://elasombrario.com/edgar-neville-gila-joaquin-reyes/


Conclusiones sobre Miguel Hernández

Y con el teatro de Miguel Hernández doy por concluido este viaje a través de su vida y gran parte de su obra. Personalmente, no sabía much...