Ana María Moix
4. Narrativa
Ana
María Moix cultivó la novela, los cuentos, el relato corto y el ensayo. Por
esta razón, he decidido seleccionar varios de sus relatos y un artículo, teniendo
así la oportunidad de acercarnos a más de una de sus facetas narrativas.
En
primer lugar, Las virtudes peligrosas (1985), galardonada con el Premio
Ciudad de Barcelona es una recopilación de cinco cuentos bastante amenos de
leer y con un lenguaje claro y enormemente sugestivo.
El
primero de ellos, homónimo al libro, es, según mi punto de vista, el mejor de
los cinco. El argumento de la obra es difícil de resumir, algo que tampoco
pretendo hacer, por si alguien quiere leerlo en un futuro. En rasgos generales,
trata sobre una niña, Alice, con la que el narrador conversa, sin obtener
ninguna respuesta por su parte. La acción transcurre en dos casas de dos
ancianas donde Alice acude cada tarde pare leerles. La historia tiene un halo
de misterio y una forma de enganchar al lector quien deseará saber más. Además,
el narrador, del que desconocemos su identidad hasta muy avanzado el relato, va
guiando a Alice y a la vez nos va guiando a los lectores, como en una gymkana,
recogiendo pista tras pista hasta unirlas todas y descubrir el enigma.
El
segundo de ellos, “Érase una vez”, es un relato metaliterario que trata sobre
cuestiones de la propia literatura. En este encontramos personajes como Érase
una vez, Uno para contarlo, haciendo referencia a frases prototípicas de los
cuentos, otros como el Conde Laurel, Con Quién, la Viuda del Conde Laurel o La
Virgen de la Cueva, originarios de canciones infantiles y también de cuentos
tradicionales como la Bella Durmiente, Blancanieves y los enanitos. Todos estos
personajes viven y se relacionan en una misma casa, algo así como la casa de
los cuentos, donde tienen conflictos como el del protagonista del cuento, Uno
para contarlo, quien no comprende por qué tiene que almacenar en su cabeza
todas las historias que se le presentan si como bien dice su nombre solo
quedará uno para contarlo y no podrá compartirlo con nadie. Este relato nos
produce un gran sentimiento de frustración, intentando acercar así al lector a
lo que deben sentir los personajes.
El
tercer relato, “El inocente”, enreda al lector en los pensamientos del
protagonista, algo que al parecer veremos en varios de estos relatos. En este
caso, el protagonista es un hombre que se encuentra en un bar, no conocemos la
razón, pero sí sabemos que es un hombre muy negativo y maniático. Otro hombre,
al que hace referencia el título del cuento, intenta ayudarle por todos los
medios mientras el protagonista critica todo lo que hace o dice. Finalmente, “el
inocente”, es decir, el segundo hombre, termina siendo golpeado por el primero y
se descubre la razón de su mal humor y de su estancia en aquel bar.
El
cuarto relato, “El problema”, es la personificación de un problema, es decir,
los problemas son seres vivos dentro de este relato y es uno concretamente el
que lo protagoniza. En este mundo donde los problemas estudian para ser
problemas, nuestro problema quiere ser un problema de matices, algo que sus
profesores y compañeros no comprenden, pues serlo significa ser un problema de
problemas. Como podemos ver, resulta todo muy enrevesado y lo será todavía más
cuando el problema acceda a su primer trabajo. Este se encuentra siendo un
problema sexual entre una mujer y un hombre, llamados Yo y Tú, triste por no
ser lo que pretendía y decepcionado con ser ese tipo de problema tan moderno y
tan poco interesante, termina descubriendo que solo es un problema más de una
gran lista entre Yo y Tú. El final, como ocurre con todos los relatos de este
libro, es sorpresivo, todo lo que parecía ser de una forma, resulta ser solo
una visión dentro de una multiplicidad de ellas.
El
quinto relato, “Los muertos” es la narración de una noche de fiesta en casa de
la protagonista y, como no, narradora, y su marido Miguel. Al contrario que el
resto de los relatos, este tiene un final abierto, algo ha ocurrido veinte años
atrás con otro hombre llamado Andrés, pero no conseguimos descifrarlo. Ana
María Moix vuelve a utilizar el monólogo interior intercalado con escasos
diálogos, pero la importancia del narrador es vital pues vemos todo lo ocurrido
a través de sus ojos, escuchamos sus juicios y sentimos la pesadez y el
cansancio que va haciendo mella en ella. De hecho. Cuando termina la fiesta y,
en el último esfuerzo, se acuesta en su cama, sigue narrando a duras penas
hasta que termina, como yo ya he dicho, sin desvelarnos el misterio.
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En
segundo lugar, el Artículo, publicado en El Páis, Nevermore. Este magnífico
texto que comienza con la valoración de la palabra Nevermore, que según Ana es una
de las palabras más bellas del mundo, sirve como excusa para analizar varios
aspectos desde el punto de vista literario. Por una parte, Ana María Moix nos
habla sobre el gran valor de los traductores (recordemos que ella misma era
traductora y de hecho, en este texto podemos ver sus conocimientos en lenguas
como el castellano, el francés, el portugués y el mallorquín, pues nos aporta
las traducciones de dicha palabra). Además, también añade los nombres de aquellos
que fueron los encargados de traducir “El cuervo” de Edgar Allan Poe, poema
donde aparece utilizada nevermore, es decir, que es conocedora de otros autores
y de sus trabajos. Por esta razón, Ana cita a Borges, para explicar el gran
problema de la traducción, el de que dos palabras pueden significar lo mismo y
sonar muy diferente y por esto el trabajo de los traductores, en este caso en
poesía, no solo es aportar el significado, sino intentar conseguir la misma
sonoridad. Por otra parte, el análisis de este aspecto le lleva a mostrar su
interés por la figura del poeta, entendiendo la creación de poesía como una
tarea que busca la creación de belleza mediante el trabajo, la voluntad y la
técnica y no únicamente por la existencia de la inspiración, es decir, según la
visión del traductor, poeta, ensayista y crítico de arte Charles Baudelaire.
Bibliografía
- Ana
María Moix. (2002). Las virtudes peligrosas. Barcelona: Lumen
- Ana
María Moix. (2011). Nevermore. 26/05/2020, de El País Sitio web:
https://elpais.com/diario/2011/09/18/catalunya/1316308058_850215.html