miércoles, 1 de abril de 2020

«Aceituneros» de Miguel Hernández

«Aceituneros»

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,

decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?


No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,

sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.


Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,

los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.


Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.

Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,

decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?


Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador

que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.


No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,

que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.


Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día

eran principio de un pan
que sólo el otro comía.


¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,

sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,

pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?


Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,

no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.


Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,

indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

                                                                         Viento del pueblo (1937), Miguel Hernández

Conclusiones sobre Miguel Hernández

Y con el teatro de Miguel Hernández doy por concluido este viaje a través de su vida y gran parte de su obra. Personalmente, no sabía much...