sábado, 11 de abril de 2020

''Hombre, espacio y pasión'', la tríada poética de Delibes

Estas tres son las claves que, según defendía Miguel Delibes, debían estructurar cualquier novela. El cuerpo de las obras de nuestro escritor está muy deliberado, con profundas investigaciones sobre los registros lingüísticos (ya comentados) y sobre la psicología de los personajes. Para El hereje (1998), una novela atípica en su tendencia narrativa ya que traslada la acción a los momentos del protestantismo (aunque, eso sí, siempre en Valladolid), Delibes preparó una enorme documentación, durante más de dos años, sobre las vestimentas, modos de habla, costumbres y, por supuesto, devenir de los acontecimientos históricos. Mereció la pena, porque su novela resultó todo un éxito. Con ella, se puede dar por concluida la producción literaria de reconocimiento del escritor. 
Ruta de documentación para El hereje (imagen recuperada del documental
''La X de Max''

Esta producción literaria se inicia en 1948 con La sombra del ciprés es alargada, de fuerte carácter existencial y que le mereció el Premio Nadal. Pese a ello, Delibes no estaba orgulloso de ella.
Lo cierto es que Delibes, como buen ''notario de su tiempo'' (según lo definen algunos de sus hijos), participó plenamente con su escritura del fluir literario en España: cultivó la novela social, con El camino (1950), la estructural, con Cinco horas con Mario (1966), y la heterogeneidad de finales de siglo con El hereje (1998). 
La obra Tiempo de silencio (1962) de Martín Santos es clave para entender la evolución estilistica de Delibes, ya, tomándolas de ella,  potencia en sus obras posteriores (Cinco horas) técnicas narrativas como el monólogo interior y el perspectivismo. Es un cambio que caracteriza a la década de los sesenta, en la que se abandona la novela social, de estilo realista, y se da paso al experimentalismo, con gran influencia, por supuesto, de las creaciones hispanoamericanas y estadounidenses. 
En esta década, en que Delibes escribe Cinco horas con Mario, la fuerte presencia del recuerdo como motivo creador es otro elemento a considerar. Los escritores están ensimismados en su melancolía y, por ello, proyectan un mayor intimismo en sus textos. Es una constante búsqueda de sí mismos, sobre la que Gonzalo Sobejano aporta unas palabras que, a mi juicio, resultan fundamentales: ''la persona permanece dentro de su conciencia, y solo se proyecta hacia fuera para intentar descifrar el contexto que acaso pudiera explicar su identidad’’, y esto sucede así porque ‘‘la persona se siente confusa, incompleta, en peligro de extravío o de anulación’’ (2003: 105). Con estos comentarios de Sobejano, muy precisos y claros, se comprende mucho mejor la creación poética no solo de Delibes sino del resto de sus coetáneos en la década de los 60. 
Los Santos Inocentes (Trailer español) - YouTube
Los santos inocentes, de Mario Camus (1984)
También, y con esto finalizo, hay que tener en consideración este apunte: ''Delibes siempre tuvo presente que la novela debe contar una historia y debe lograr por todos los medios la complicidad del lector. (2003: 164). Ello justifica, no solo el cambio estilístico, reenganchado a la vanguardia, sino el éxito artístico de sus obras, que trascienden lo puramente narrativo para colarse, con brillantez, en otros formatos, como el teatral o el cinematográfico. Varias de las obras de Delibes gozan de una versión cinematográfica, aunque la más conocida, en mi opinión, es Los santos inocentes (escrita en 1981, y llevada al cine en 1984 por Mario Camus), con interpretaciones inolvidables como las de Paco Rabal o Alfredo Landa. 



*Considerando suficiente la definición de la figura de Miguel Delibes, las próximas entradas versarán ya sobre la obra Cinco horas con Mario.
______________________________________________
Sobejano, Gonzalo, ''El lugar de Miguel Delibes en la narrativa de su tiempo'' en Siglo XXI, literatura y cultura españolas: revista de la Cátedra Miguel Delibes, Nº. 1, 2003, 175-188

Sobejano, Gonzalo, ''Narrativa española 1950: 2000: la novela, los géneros y las generaciones'', en Arbor: Ciencia, pensamiento y cultura, Nº 693, 2003, 99-112


Álvaro Cunqueiro como poeta, "que ese es su título" (II)


2. Producción poética II

En 1950 publica Dona do corpo delgado, donde se puede apreciar la influencia del neotrovadorismo, movimiento iniciado por Fermín Bouza Brey, que se caracteriza por la recuperación formal y estilística de las antiguas cantigas galaicoportuguesas. Tras la publicación de este libro, comienza a decaer su fama como poeta debido al interés que despierta su obra narrativa.

En 1979 publica su gran obra lírica Herba aquí ou acolá. Este volumen recoge un conjunto de poemas que escribió durante las últimas décadas de su vida, en los que pretende recrear los mitos clásicos y reinterpretar la figura del personaje histórico o mitológico. Además, a través de estos motivos reflexiona sobre la muerte y la fugacidad del tiempo. Las nuevas generaciones de poesía gallega clasifican este poemario entre las cumbres de la lírica galaica de todo el siglo XX.


"Díxenlle á rula"
Díxenlle á rula: Pase miña señora!
E foise polo medio e medio do outono
por entre as bidueiras, sobre o río.
O meu anxo da garda, coas azas sob o brazo dereito,
na man esquerda a calabaciña da auga,
ollando a rula irse, comentóu:
Calquera día sin decatarte do que fas
dices: Pase miña señora!
e é a alma tua a quen despides como un ave
nunha mañán de primavera
ou nun serán de outono.

"Le dije a la tórtola"
Le dije a la tórtola: ¡Pase mi señora!
Y se fue por el medio y medio del otoño
por entre los abedules, sobre el río.
Mi ángel de la guardia, con las alas bajo el brazo derecho,
en la mano izquierda la calabaza de agua,
mirando a la tórtola irse, comentó:
Cualquier día sin darte cuenta de lo que haces
dices: ¡Pase mi señora!
y es a tu alma a quien despides como a un ave
en una mañana de primavera
o en un atardecer de otoño.



El poema "Le dije a la tórtola" pertenece a la obra Herba aquí ou alcolá (1979) donde el autor medita sobre la fugacidad del tiempo, representada por esa tórtola que se escapa volando entre los abedules, sobre el río. Del mismo modo, Cunqueiro reflexiona sobre la llegada de la muerte, puesto que en los últimos versos del poema, la tórtola se identificaría con su alma, a la que un día, sin darse cuenta, el autor dejará partir quedándose él al otro lado de la ribera. Podemos interpretar esta partida de la tórtola (alma) “por entre los abedules, sobre el río” como el paso de las almas por la laguna Estigia, ya que, como hemos visto anteriormente, esta obra presenta numerosos motivos mitológicos.   

Por último, me gustaría cerrar esta entrada con una acertada reflexión de Joan Perucho sobre la poesía de Álvaro Cunqueiro, recogida en su obra Galería de espejos sin fondo:
Cunqueiro es un poeta. Por lo general a los poetas no les gusta la realidad. A Cunqueiro no le gusta nada, en absoluto. En estos tiempos en que se entiende la literatura como documento y que hasta la poesía se tiñe de lo inmediato, Cunqueiro busca y halla refugio en un mundo inventado, lejano en el tiempo, en el que la realidad se encuentra evaporada. (Perucho, 1984: 144).



Bibliografía:

Armesto Faginas, Xosé Francisco, (1987): Álvaro Cunqueiro. Unha biografía, Vigo: Ediciones Xerais, p. 92.
López-Casanova, Arcadio, (1991): “Creación lírica y poética vanguardista. Notas sobre la poesía de Álvaro Cunqueiro”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 20-21.
López-Casanova, Arcadio, (sin añoÁlvaro Cunqueiro, poeta”, Álvaro Cunqueiro  (1911-1981) Instituto Cervantes: Centro Virtual Cervantes. Entrada disponible en el portal: (https://cvc.cervantes.es/actcult/cunqueiro/) [Consultado: 06/04/2020]
Molina, César Antonio, (1981): “Álvaro Cunqueiro: La fabulación sin fin”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A.,  nº413, p. 10. 
Pérez-Bustamante Mourier, Ana Sofía, (2019): “Un ‘nocturno del hueco’ para Álvaro Cunqueiro”, VOLVORETA. Revista de literatura, xornalismo e historia do cinema. A Coruña: Lugami Artes Gráficas,  nº3, pp. 91-110.
Perucho Gutiérrez, Joan, (1984): “Los fantasmas de Álvaro Cunqueiro”, Galería de espejos sin fondo, Barcelona: Orbis, p. 144.
Tarrío Varela, Anxo, (1991): “Claves fundamentales de Álvaro Cunqueiro. Soñar-soñarse: Álvaro Cunqueiro (1911-1981)” Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 9-10.

Álvaro Cunqueiro como poeta, "que ese es su título"


2. Producción poética I

Antes de ser conocido por su producción narrativa, Álvaro Cunqueiro se definía a sí mismo, sobre todo, como poeta, "que ese es mi título", tarea que desempeñó durante más de cuarenta años con una notable discontinuidad. El corpus lírico de Cunqueiro lo constituyen cinco breves libros en gallego, uno en castellano y un sinnúmero de poemas sueltos que el autor publicó en diferentes periódicos y revistas.

La obra lírica de Cunqueiro se inicia una vez que la generación del 22 había establecido en la poesía gallega los llamados “signos de la modernidad”. Entre los integrantes de dicha generación destacan las figuras de Manuel Antonio y su manifiesto Máis alá! (1922), Amado Carballo, Bouza Brey, Luis Pimentel o Manuel Luis Acuña. Por esta razón, en las primeras obras líricas de Cunqueiro se puede apreciar una clara influencia modernista y vanguardista.

Las primeras publicaciones del autor en la década de los treinta coinciden con las de otros poetas, entre los que destacan Aquilino Iglesia Alvariño y Ricardo Carballo Calero, entre otros. De este modo, se crea el llamado grupo de la República, formado por un conjunto de escritores, intelectuales y artistas cuyas primeras publicaciones se dan entre 1930 y 1936. Este grupo se caracteriza por su carácter cumulativo, puesto que adopta e intensifica las líneas modernistas establecidas por la generación del 22. La denominación de “grupo” en lugar de  “generación” es debida a la situación de censura y persecución que vive la literatura gallega durante la guerra civil y la posguerra, factores que obligaron a los autores de dicho grupo a tomar direcciones poéticas muy distintas.

El primer trabajo literario de Álvaro Cunqueiro lo constituyen sus tres primeros libros de poesía, Mar ao norde (1932), donde se puede apreciar un fuerte influjo del cubismo y de grandes poetas vanguardistas como Manuel Antonio, Guillaume Apollinaire y Vicente Huidobro; Poemas do sí e non (1933), donde muestra su vinculación con las vanguardias europeas, en concreto, con el surrealismo y el creacionismo; y Cantiga Nova que se chama Riveira (1933), obra en la que combina una serie de poemas de herencia  medieval con la poesía castellana de la generación del 27. Esta obra comienza con el poema "Amor de agua lixeira", donde se puede observar dicha herencia medieval, puesto que la composición nos recuerda a las cantigas de amor en las que el amado se lamenta por la pérdida o ausencia de la amada o amiga.





         “Amor de auga lixeira”

          Amor de agua lixeira,
          muiñeira.
          Amor de agua tardeira,
          ribeira.
          Amor de agua frolida,
          cantiga.
          Amor de auga perdida,
          ña amiga



          "Amor al agua ligera"

          Amor al agua ligera,
          molinero.
          Amor por el agua tardía,
          orilla.
          Amor al agua fría,
          cantiga.
          Amor al agua perdida,
          amiga.



Según el estudio realizado por Arcadio López Casanova  estos versos están inspirados en un poema de Federico García Lorca titulado “Remansos”, recogido en su libro Primeras canciones (1922). De este modo, se hace evidente la influencia de los autores de la generación de 27 en la obra de Cunqueiro.


"Remansos"
Ciprés
(Agua estancada)
Chopo
(Agua cristalina)
Mimbre
(Agua profunda)
Corazón
(Agua de pupila)

Álvaro Cunqueiro sentía una gran admiración por Federico García Lorca, cuya influencia se puede apreciar en su poesía y en su teatro. Sin embargo, con los años, este fervor lorquiano decayó, como indica el propio autor: “no soy nada lorquiano; creo que su teatro y su poesía gozan de una consideración internacional debido a la triste muerte del poeta. Para mí el poeta mayor de esta generación es Alberti.” (Armesto Faginas, 1987, p. 92).

Durante la posguerra, Cunqueiro compone su única obra lírica en castellano, Elegías y canciones (1940), donde trata temas como el irremediable paso del tiempo, la constante presencia de la muerte y el amor como consuelo. He escogido un fragmento de la “Primera elegía”, poema con el que se abre la obra, donde se puede apreciar la inquietud del autor por el paso del tiempo, cuyas huellas se ven reflejadas tanto en su ciudad natal, Mondoñedo, esa “vieja ciudad amorosa”, como en “el rostro amado eternamente” cuyos restos guarda el espejo de su armario. Ana Sofía Pérez-Bustamante en su artículo “Un ‘nocturno del hueco’ para Álvaro Cunqueiro” defiende que la imagen de ese “rostro amado eternamente” puede corresponderse con el reflejo del propio autor, o bien con el rostro de su madre, Pepita Mora Moirón, a la que Cunqueiro recordaba con un cariño especial, puesto que fue ella quien le introdujo en el mundo de la literatura y de la imaginación. Por lo tanto, el motivo del amor, por su ciudad natal y por su madre, también está presente en el poema.

“Primera elegía”

[…]
¡Tú, viejo viento del Norte
y tú, vieja ciudad amorosa!
Deseo cruzarme en vuestras esquinas
los labios dulcemente decorados de silenciosas
sonrisas.
¡Qué musgo quiere romper en nuestra sombra,
para volver a ser paseante de grandes zancadas!
En el espejo del armario me aguardan tristes
restos de un rostro amado eternamente.
Decid si puede ser tan joven
aquella voz oída alguna vez.



Bibliografía:

Armesto Faginas, Xosé Francisco, (1987): Álvaro Cunqueiro. Unha biografía, Vigo: Ediciones Xerais, p. 92.
López-Casanova, Arcadio, (1991): “Creación lírica y poética vanguardista. Notas sobre la poesía de Álvaro Cunqueiro”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 20-21.
López-Casanova, Arcadio, (sin año):“Álvaro Cunqueiro, poeta”, Álvaro Cunqueiro  (1911-1981) Instituto Cervantes: Centro Virtual Cervantes, Artículo disponible en: (https://cvc.cervantes.es/actcult/cunqueiro/) [Consultado: 06/04/2020]
Molina, César Antonio, (1981): “Álvaro Cunqueiro: La fabulación sin fin”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A.,  nº413, p. 10. 
Pérez-Bustamante Mourier, A.S., (2019): “Un ‘nocturno del hueco’ para Álvaro Cunqueiro”, VOLVORETA. Revista de literatura, xornalismo e historia do cinema. A Coruña: Lugami Artes Gráficas,  nº3, pp. 91-110.
Perucho Gutiérrez, Joan, (1984): “Los fantasmas de Álvaro Cunqueiro”, Galería de espejos sin fondo, Barcelona: Orbis, p. 144.

Tarrío Varela, Anxo, (1991): “Claves fundamentales de Álvaro Cunqueiro. Soñar-soñarse: Álvaro Cunqueiro (1911-1981)” Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 9-10.

Conclusiones sobre Miguel Hernández

Y con el teatro de Miguel Hernández doy por concluido este viaje a través de su vida y gran parte de su obra. Personalmente, no sabía much...