sábado, 11 de abril de 2020

Álvaro Cunqueiro como poeta, "que ese es su título"


2. Producción poética I

Antes de ser conocido por su producción narrativa, Álvaro Cunqueiro se definía a sí mismo, sobre todo, como poeta, "que ese es mi título", tarea que desempeñó durante más de cuarenta años con una notable discontinuidad. El corpus lírico de Cunqueiro lo constituyen cinco breves libros en gallego, uno en castellano y un sinnúmero de poemas sueltos que el autor publicó en diferentes periódicos y revistas.

La obra lírica de Cunqueiro se inicia una vez que la generación del 22 había establecido en la poesía gallega los llamados “signos de la modernidad”. Entre los integrantes de dicha generación destacan las figuras de Manuel Antonio y su manifiesto Máis alá! (1922), Amado Carballo, Bouza Brey, Luis Pimentel o Manuel Luis Acuña. Por esta razón, en las primeras obras líricas de Cunqueiro se puede apreciar una clara influencia modernista y vanguardista.

Las primeras publicaciones del autor en la década de los treinta coinciden con las de otros poetas, entre los que destacan Aquilino Iglesia Alvariño y Ricardo Carballo Calero, entre otros. De este modo, se crea el llamado grupo de la República, formado por un conjunto de escritores, intelectuales y artistas cuyas primeras publicaciones se dan entre 1930 y 1936. Este grupo se caracteriza por su carácter cumulativo, puesto que adopta e intensifica las líneas modernistas establecidas por la generación del 22. La denominación de “grupo” en lugar de  “generación” es debida a la situación de censura y persecución que vive la literatura gallega durante la guerra civil y la posguerra, factores que obligaron a los autores de dicho grupo a tomar direcciones poéticas muy distintas.

El primer trabajo literario de Álvaro Cunqueiro lo constituyen sus tres primeros libros de poesía, Mar ao norde (1932), donde se puede apreciar un fuerte influjo del cubismo y de grandes poetas vanguardistas como Manuel Antonio, Guillaume Apollinaire y Vicente Huidobro; Poemas do sí e non (1933), donde muestra su vinculación con las vanguardias europeas, en concreto, con el surrealismo y el creacionismo; y Cantiga Nova que se chama Riveira (1933), obra en la que combina una serie de poemas de herencia  medieval con la poesía castellana de la generación del 27. Esta obra comienza con el poema "Amor de agua lixeira", donde se puede observar dicha herencia medieval, puesto que la composición nos recuerda a las cantigas de amor en las que el amado se lamenta por la pérdida o ausencia de la amada o amiga.





         “Amor de auga lixeira”

          Amor de agua lixeira,
          muiñeira.
          Amor de agua tardeira,
          ribeira.
          Amor de agua frolida,
          cantiga.
          Amor de auga perdida,
          ña amiga



          "Amor al agua ligera"

          Amor al agua ligera,
          molinero.
          Amor por el agua tardía,
          orilla.
          Amor al agua fría,
          cantiga.
          Amor al agua perdida,
          amiga.



Según el estudio realizado por Arcadio López Casanova  estos versos están inspirados en un poema de Federico García Lorca titulado “Remansos”, recogido en su libro Primeras canciones (1922). De este modo, se hace evidente la influencia de los autores de la generación de 27 en la obra de Cunqueiro.


"Remansos"
Ciprés
(Agua estancada)
Chopo
(Agua cristalina)
Mimbre
(Agua profunda)
Corazón
(Agua de pupila)

Álvaro Cunqueiro sentía una gran admiración por Federico García Lorca, cuya influencia se puede apreciar en su poesía y en su teatro. Sin embargo, con los años, este fervor lorquiano decayó, como indica el propio autor: “no soy nada lorquiano; creo que su teatro y su poesía gozan de una consideración internacional debido a la triste muerte del poeta. Para mí el poeta mayor de esta generación es Alberti.” (Armesto Faginas, 1987, p. 92).

Durante la posguerra, Cunqueiro compone su única obra lírica en castellano, Elegías y canciones (1940), donde trata temas como el irremediable paso del tiempo, la constante presencia de la muerte y el amor como consuelo. He escogido un fragmento de la “Primera elegía”, poema con el que se abre la obra, donde se puede apreciar la inquietud del autor por el paso del tiempo, cuyas huellas se ven reflejadas tanto en su ciudad natal, Mondoñedo, esa “vieja ciudad amorosa”, como en “el rostro amado eternamente” cuyos restos guarda el espejo de su armario. Ana Sofía Pérez-Bustamante en su artículo “Un ‘nocturno del hueco’ para Álvaro Cunqueiro” defiende que la imagen de ese “rostro amado eternamente” puede corresponderse con el reflejo del propio autor, o bien con el rostro de su madre, Pepita Mora Moirón, a la que Cunqueiro recordaba con un cariño especial, puesto que fue ella quien le introdujo en el mundo de la literatura y de la imaginación. Por lo tanto, el motivo del amor, por su ciudad natal y por su madre, también está presente en el poema.

“Primera elegía”

[…]
¡Tú, viejo viento del Norte
y tú, vieja ciudad amorosa!
Deseo cruzarme en vuestras esquinas
los labios dulcemente decorados de silenciosas
sonrisas.
¡Qué musgo quiere romper en nuestra sombra,
para volver a ser paseante de grandes zancadas!
En el espejo del armario me aguardan tristes
restos de un rostro amado eternamente.
Decid si puede ser tan joven
aquella voz oída alguna vez.



Bibliografía:

Armesto Faginas, Xosé Francisco, (1987): Álvaro Cunqueiro. Unha biografía, Vigo: Ediciones Xerais, p. 92.
López-Casanova, Arcadio, (1991): “Creación lírica y poética vanguardista. Notas sobre la poesía de Álvaro Cunqueiro”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 20-21.
López-Casanova, Arcadio, (sin año):“Álvaro Cunqueiro, poeta”, Álvaro Cunqueiro  (1911-1981) Instituto Cervantes: Centro Virtual Cervantes, Artículo disponible en: (https://cvc.cervantes.es/actcult/cunqueiro/) [Consultado: 06/04/2020]
Molina, César Antonio, (1981): “Álvaro Cunqueiro: La fabulación sin fin”, Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A.,  nº413, p. 10. 
Pérez-Bustamante Mourier, A.S., (2019): “Un ‘nocturno del hueco’ para Álvaro Cunqueiro”, VOLVORETA. Revista de literatura, xornalismo e historia do cinema. A Coruña: Lugami Artes Gráficas,  nº3, pp. 91-110.
Perucho Gutiérrez, Joan, (1984): “Los fantasmas de Álvaro Cunqueiro”, Galería de espejos sin fondo, Barcelona: Orbis, p. 144.

Tarrío Varela, Anxo, (1991): “Claves fundamentales de Álvaro Cunqueiro. Soñar-soñarse: Álvaro Cunqueiro (1911-1981)” Ínsula, Madrid: Ínsula, Librería, Ediciones y Publicaciones, S.A., nº 536, pp. 9-10.

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