![]() |
Gabriel Celaya (1911-1991) |
Fue una tarea abrumadora decidir en quién y en qué centrarse para este blog, dada la variedad de poetas, dramaturgos y escritores españoles de la posguerra, así que tomé mi decisión en función de mis sentimientos personales. Mi primer amor es la poesía y la primera vez que me encontré con un poema "Momentos Felices" del libro de De claro en claro, 1956. Me llamó la atención el título y, mientras leía el poema, me cautivó lo lírico que era del poema. También cautivado à la dualidad del sentimiento de felicidad y desprecio del poeta y tocado por una voz sincera y genuina en las palabras de la poema. Quería saber más sobre este poeta. Esta fue mi introducción a Gabriel Celaya. Hay mucho que saber sobre Celaya, ya que fue bastante promiscuo en sus obras y siguió escribiendo durante muchos años. Es mejor conocido como poeta social, pero su viaje poético comenzó antes de esto y siguió evolucionando y experimentando hasta los años 80.
Pensé que sería interesante entender sus raíces y su evolución hacia el poeta por el que lo conocemos. También tengo curiosidad por investigar y compartir algunas cosas sobre Celaya que no son tan conocidas o que me vienen a la mente de inmediato para dar un poco de profundidad y aliento a este maravilloso poeta. Desde un punto de vista personal, estoy intrigado acerca de cómo Celaya desarrolló su voz poética, ya que he estado buscando encontrar mi propia voz en mi escritura de no ficción creativa y poesía. Por lo tanto, me fascina echar un vistazo a cómo Celaya encontró su propia voz y sus luchas. Espero que esto pueda arrojar algo de luz para ayudar a mi propio desarrollo como escritora y poeta. Por lo tanto, el tema de mi blog es mostrar el viaje de la evolución de Gabriel Celaya como poeta y su voz poética: "Encontrar su voz como poeta", acompañando a Celaya en su viaje
En mi serie de blogs, tengo la intención de mostrar las tres etapas de la voz poética de Celaya, “yo, tu y nosotros", así como tocar su voz como poeta vasco, las influencias para su evolución y demostrar la evolución de su voz poética a través de su poesía.
Nuestro viaje acompañando a Gabriel Celaya:
Blog 2: Celaya: inicios de un poeta
Blog 3: Celaya: buscando su voz poética
Blog 4: Celaya: voz del poeta comprometido
Blog 5: Celaya: más allá del poeta social. El final de nuestro viaje con Celaya.
«Momentos felices» (De De claro en claro, 1956)
Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo
tirando todo al fuego: poemas incompletos,
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,
fotografías, besos guardados en un libro,
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,
¿no es la felicidad lo que me exalta?
Cuando salgo a la calle silbando alegremente
—el pitillo en los labios, el alma disponible—
y les hablo a los niños o me voy con las nubes,
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,
salpican de alegría que así tiembla reciente,
¿no es la felicidad lo que siente?
Cuando llega un amigo, la casa está vacía,
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,
y yo asisto al milagro –sé que todo es fiado—,
y no quiero pensar si podremos pagarlo;
y cuando sin medida bebemos y charlamos,
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,
y lo somos quizá burlando así a la muerte,
¿no es felicidad lo que trasciende?
Cuando me he despertado, permanezco tendido
con el balcón abierto. Y amanece: las aves
trinan su algarabía pagana lindamente:
y debo levantarme, pero no me levanto;
y veo, boca arriba, reflejada en el techo
la ondulación del mar y el iris de su nácar,
y sigo allí tendido, y nada importa nada,
¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?
¿No es felicidad lo que amanece?
Cuando voy al mercado, miro los abridores
y, apretando los dientes, las redondas cerezas,
los higos rezumantes, las ciruelas caídas
del árbol de la vida, con pecado sin duda
pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,
regateo, consigo por fin una rebaja,
mas terminado el juego, pago el doble y es poco,
y abre la vendedora sus ojos asombrados,
¿no es la felicidad lo que allí brota?
Cuando puedo decir: el día ha terminado.
Y con el día digo su trajín, su comercio,
la busca del dinero, la lucha de los muertos.
Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,
me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,
y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,
y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,
sencillamente limpio y, pese a todo, indemne,
¿no es la felicidad lo que me envuelve?
Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,
me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:
«Estaba justamente pensando en ir a verte.»
Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,
pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,
sino de cómo van las cosas en Jordania,
de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,
y al marcharme me siento consolado y tranquilo,
¿no es la felicidad lo que me vence?
Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?
(Lectura de audio del poema,
www.cervantesvirtual.com/portales/gabriel_celaya/615995_momentos_felices/ )
Mis impresiones sobre el poema ¨Momento Felices¨
Un hermoso poema lírico sobre las cosas simples de la vida puede traer felicidad como un paseo diario por las calles pasando por las mujeres y los niños o pasar tiempo con amigos. Hay un senes de dualidad en el poema entre felicidad y desesperación. Dado el telón de fondo de la represión en la España de la posguerra, la felicidad de las cosas simples en la vida cotidiana podría representar la libertad que las personas pueden tener hasta que esta libertad sea quitada. Entonces la felicidad que trae la felicidad del poeta puede desaparecer.
Celaya utiliza la repetición y las preguntas retóricas al final de cada estrofa para resaltar y cuestionar esta "felicidad" como si dijera: ¿puede realmente ser feliz (realmente tener libertad?) Utiliza a la primera persona en su poesía, pero realmente representa la hombre común. Desde la última estrofa, sentimos su inutilidad y desesperanza "Vencido y traicionado, ver casi con cinismo que no pueden quitarme nada más y que aún vivo"
Bibliografía:
G. García, Ariadna (ed.) (2006). Antología de la poesía española (1939-1975). Akal. Madrid.
Gabriel Celaya. La Diputación de Gipuzkoa, 2011, www.gabrielcelaya.com. {Consultado el 31 de may de 2020.]
Gabriel Celaya. “Momentos felices.” YouTube, subido por Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 29 enero 2014, www.youtu.be/D5ebqQbvJLM {Consultado el 31 de may de 2020.)