Nos encontramos ya ante la última entrada
sobre Antonio Buero Vallejo, la cual está dedicada a exponer mis conclusiones
acerca de este dramaturgo. Hay diversas razones por las que decidí adentrarme
en su estudio. Es un autor al que tuve la oportunidad de conocer por primera
vez en el instituto. En esa época de mi vida, a pesar de que todavía era
demasiado joven y no tenía claro que la literatura me fuese a suscitar tanto
interés como me genera en la actualidad, ya me llamó la atención. Asimismo, al
comienzo de este curso, después de leer una serie de capítulos sobre él en el manual
de Lina Rodríguez Cacho y ver que Buero Vallejo tenía cabida en esta
asignatura, desde el comienzo no dudé en trabajar sobre él, pues siempre había
querido conocerle más en profundidad.
Tras haber leído una gran cantidad de
información sobre este autor, me vi obligado a realizar una selección con el fin
de mostraros una parte de su magnífica contribución a la historia de la
literatura de nuestro país, especialmente al género teatral, pues es en este
ámbito donde más ha destacado, tal y como habéis podido comprobar. Esta es otra
de las razones por las que elegí a Buero, ya que a mí el teatro es el género
literario que más me gusta.
Asimismo, considero que es el momento de recapitular de forma breve qué es lo que he realizado en este blog. De este modo, en mi primera entrada contextualicé al autor, mostrando una serie de rasgos relevantes sobre su biografía y reflejando la situación existente en España en el momento en el que Buero Vallejo decidió dedicarse a la literatura. En la segunda y en la cuarta entrada he analizado dos de sus obras, concretamente Hoy es fiesta (1955) y El sueño de la razón (1970). La elección no fue sencilla, pues ha escrito numerosas piezas teatrales de gran maestría y brillantez. Finalmente, me decanté por escoger esos dos grandes hitos de su dramaturgia. Concretamente, en el caso de El sueño de la razón, decidí dedicar un espacio de mi blog al análisis de esta obra para tener la oportunidad de explicar su conocido “efecto de inmersión”. No concebía hacer un blog sobre Buero Vallejo sin tratar este mecanismo teatral creado por él mismo. Por último, en la tercera de las entradas he expuesto la famosa polémica posibilismo-imposibilismo entre nuestro dramaturgo y Alfonso Sastre. Fue una polémica teatral de gran repercusión en aquella época y no podía dejar de mencionarla.
En definitiva, se trata de un autor que
siempre quedará para la posteridad dada su enorme trascendencia. Fue el número
uno en el teatro español durante más de treinta años. La suma de todos los
ingredientes que he expuesto en mi blog convierte a Buero en un dramaturgo
excepcional y en uno de los autores fundamentales que ha tenido nuestro país.
Por último, os dejo dos entrevistas muy
interesantes a Antonio Buero Vallejo. Si tenéis interés en este autor os
recomiendo su visualización para que le conozcáis más.
Primer enlace https://www.rtve.es/alacarta/videos/escritores-en-el-archivo-de-rtve/entre
vista-ant onio-buero-vallejo-1981/992903/
Espero haber despertado vuestra curiosidad
sobre este fantástico dramaturgo y que hayáis disfrutado tanto como yo lo he
hecho con la realización de este blog. Os animo encarecidamente a que en un
futuro cercano os aproximéis al estudio de Buero Vallejo.
Buenos días, Adrián.
ResponderEliminarTu trabajo sobre Buero Vallejo es muy exhaustivo, me ha permitido conocer en profundidad algunas de sus obras más conocidas. Sin duda seguiré leyendo y descubriendo más de él.
Además me parece un buen autor para llevar a una clase de secundaria pues sus textos son sencillos y se pueden ver las características de la época claramente.
Un saludo,
Sandra Boente
Muchas gracias por tu comentario, Sandra.
ResponderEliminarEn efecto, Buero Vallejo fue uno de los mejores y más sobresalientes dramaturgos de nuestro país.
Desde mi punto de vista, es un autor que podríamos llevar a una clase de secundaria, pero no creo que todas sus obras teatrales las puedan afrontar estudiantes a este nivel, pues algunas de ellas presentan dificultades y pueden resultarles complejas. En mi opinión, el docente debería realizar una selección de aquellas obras que resulten más significativas de este autor, adecuando dicha selección a las circunstancias y conocimiento (siempre teniendo presente el objetivo que pretende conseguir).
Un abrazo, Sandra.
Adrián Calvo Martínez