Antes de comenzar con el
estudio de la novela y, en concreto, con su primera obra Don Clorato de
Potasa,
relataré algunos
episodios de la vida de Neville. Aún siendo embajador, en 1930 trabaja como dialoguista en
Hollywood. El conocimiento del arte cinematográfico le permite estrenar algunas de sus películas. Por ejemplo, en 1933 dirige con la colaboración de Enrique Jardiel Poncela y
Antonio Robles Falso noticiero. En asuntos relacionados con el amor, aunque nunca se separará de su esposa, hacia 1934 conoce a la artista Conchita Montes que será a partir de entonces su compañera
de vida. Respecto a cuestiones políticas, antes de la Guerra
Civil se había afiliado a Izquierda Republicana, pero siendo embajador del
gobierno republicano en Londres participa a favor de los sublevados. Incidiendo
en asuntos políticos, en 1937 se afilia a Falange Española y participa en
labores de propaganda. Sus muestras a favor del régimen de Franco
consiguen que sea readmitido en el cuerpo diplomático. Sea por alcurnia
aristocrática, familia, educación o valores, Neville prefiere defender la causa
sublevada que le permitió una vida acomodada. Los pasajes de Carratalá (2009)
son muy intensos en cuanto a las peripecias que vivió en Madrid en la Guerra
Civil. Empleó sus amistades, su puesto de embajador y su labia para salvar la
vida “era un hombre de recursos, capaz de tomar la iniciativa, inquieto y
amante de un riesgo afrontado con espíritu deportivo” (Carratalá, 2009:93). Durante
los años de posguerra prioriza su actividad en el cine.
“¡La risa ha sido el
arma con que lo joven ha vencido a lo viejo en este siglo!”
(cap. XI, segunda parte)
Neville se inicia en la
novela con Don Clorato de Potasa en 1929. López García (2003) expresa
que es una novela extraordinaria “probablemente, con Roque Six de
José López Rubio, y con el permiso de Enrique Jardiel Poncela, la mejor y más
intencionada de todas las novelas humorísticas de estos años”. A esta obra con
tan buena crítica sigue Frente de Madrid que publicada en 194. Se trata
de un conjunto de narraciones vinculadas con la Guerra Civil. El autor muestra
su adhesión al bando sublevado y critica la II República “en las trincheras,
Rodríguez como Javier Navarro, el protagonista de Frente de Madrid,
deben purificar el error pasado” (Carratalá,
2009:159). Producciones
García S.A. (1956) muestra los aspectos del mundillo cinematográfico
durante el período republicano.
Comentario
de Don Clorato de Potasa
De acuerdo con el
prólogo de la segunda publicación (1957), obra sobre la cual trabajo, Neville
retrata el ambiente de Madrid de los felices años 20 “lo fui publicando por
entregas en ‘El Sol’ y los últimos capítulos los escribí en Hollywood, donde me
había llevado mi inquieto deambular” (Neville, 1957:10). En las últimas líneas
del prólogo nos recuerda el autor que se escribió en 1925 y que el protagonista,
Clorato, está anclado en su época. Es importante la introducción porque alude a
las diferencias existentes entre la publicación de 1929 y 1957.
Según el estudio de García Fuentes (1990) “se encuentran grandes cambios
estructurales, estilísticos y temáticos que la hacen “mucho menos optimista,
despreocupada y - ¿Por qué no decirlo? - moderna”. Podemos decir que en la
dictadura (1939-1975) los tonos más transgresores quedan más cohibido.
La
estructura externa está formada por ciento ocho páginas y dos partes: la primera de treinta y
un capítulos y la segunda de doce. El estilo es cercano al lector medio ya que sus lectores eran aquellos que compraban El Sol (diario publicado en Madrid entre 1917 y 1939). Asimismo, el autor da gran importancia al diálogo, elemento primordial del género teatral
donde destacará en los años 50.
En la primera parte se describen a distintos personajes que realizan acciones muy dispares y
estrambóticas. El espacio narrativo es la casa de la baronesa que, a pesar de
sufrir los comportamientos indisciplinados de sus invitados, sigue realizando
fiestas. En la última que celebra participa Clorato y dos amigos. Tras una
conversación sobre dinero, de la fiesta se pasa al robo y de ahí, al asesinato.
Los invitados matan a la baronesa y al mayordomo. En clave de “humor” o por lo
menos, sin incidir en lo trágico o sangriento, huyen los tres personajes. El
tono predominante es el absurdo. De forma muy variopinta sabemos el destino de
los tres atacantes: el señor Margarita de Borgoña, el Burgomaestre de Londres y
Clorato. Si el caso de los dos primeros es rocambolesco, el tercero no tiene
desperdicio. Clorato se vuelve inspector de policía para investigarse a sí
mismo. Así, tiene conversaciones con su yo desdoblado, uno como policía y otro
como detenido. La conciencia queda personificada. Las propuestas más ilógicas se
apoderan del relato con un humor crítico. Estoy de acuerdo con la opinión de Burguera
Nadal (1991), “vanguardismo, crítica contra lo convencional y humorismo lleno
de afectividad”. Destaca la comicidad y
sátira de los estamentos (policía, juzgado, prensa), así como sus integrantes.
Por ejemplo, el verdugo es el que hace reír. Se rompe la máscara de justiciero
con el oxímoron -verdugo y mimo- “tenía su prestigio en la manera de tratar a
sus clientes, ya que los asistía con verdadero cuidado y mimo” (1957:26). El
relato da espacio narrativo, en clave irónica, al proceso, la ejecución y la
ascensión del alma del reo, Margarita de Borgoña. En el “cielo” se encuentra con la
baronesa la cual le da las gracias por haberla asesinado pues “disfruto aquí de
mi tertulia ideal” (1957:35). Sin embargo, lo que parece ser no es. El
ejecutado resucita y ahora se llama Adolfo. Los tres de nuevo se juntan para
buscar la felicidad. Ese es el objetivo que persiguen. La primera idea es ir a
un cabaré en busca de juerga; la segunda viajar (lo hacen en tren hasta París,
donde Clorato conoce a Odette); la tercera enamorarse. La narración se detiene
en París. La capital francesa es un lugar abierto a las experiencias. Entre los
acontecimientos resalto una variante de El traje nuevo del emperador
de Christian
Andersen, que tiene lugar en un baile. Ante el desamor, los tres amigos abandonan París por Marsella. Aparece el
casino y el dinero como motor de cambio. Se entrecruzan otras historias como la
del suicida Nicolás, hasta la llegada de Odette a Montecarlo para buscar a
Clorato del que finalmente se ha enamorado. En el capítulo XXXI -El final- la
dramaturgia entra en escena. De hecho, una escena de teatro se intercala en la
narración con Clorato y Odette como protagonistas. En el último capítulo los
amantes se reencuentran felizmente en un ambiente erótico.
En la línea argumental del final de la primera parte, la segunda empieza con la felicidad de Clorato y Odette. Sin embargo, sus días
dichosos son efímeros, pues creen que el aburrimiento se apoderará de su
relación. Así, deciden separarse durante un año. Clorato, protagonista único de
esta parte, emprende su destino hacia Nueva York en 1928. La ciudad le resulta
“grata, acogedora y feliz” (1957:102). Allí, como señorito calavera, conoce a
varias mujeres con las que conocemos mejor el ambiente neoyorkino y hechos
notables como la ley seca. El deseo sexual aparece con más fuerza. Todas las
relaciones las tiene con mujeres. Destaco el de Erna Dupont y los valores
contrapuestos entre la cultura negra y la blanca, así como el de una mujer
política que lleva tatuado el nombre del político Hoover. En un capítulo es amante de treinta y dos bailarinas y cree haber llegado a la meta de su vida. Por el contrario, también se aburre de ello. Tras una lúcida exposición para vivir la vida sin preocupaciones morales, llega el último
capítulo con Odette. El reencuentro es satisfactorio. Ambos son consciente de vivir por
medio de la libertad y la sonrisa “estaban dispuestos a seguir todos los
caminos, sin freno” (1957:61).
Conclusiones:
1. El
absurdo y la moralidad de los personajes juegan un papel
imprescindible. Al mismo tiempo que el monóculo del profesor es capaz de
ver el cerebro de un vivo, Clorato y Odette están dispuestos a vivir la vida de
forma intensa y alegre.
2. Gracias a Don Clorato de Potasa comprendemos mejor la autobiografía de Neville, llevada al sarcasmo y la parodia. Los ciudades que conocía el autor madrileño para 1929 como París o Nueva York, y los espacios de desenfreno como cabarés toman protagonismo.
2. Gracias a Don Clorato de Potasa comprendemos mejor la autobiografía de Neville, llevada al sarcasmo y la parodia. Los ciudades que conocía el autor madrileño para 1929 como París o Nueva York, y los espacios de desenfreno como cabarés toman protagonismo.
3. El viaje y el
amor son elementos decisivos, ya que todo gira en torno a la movilidad y el deseo de ser correspondido. A su vez, la novela transmite
la idea del carpe diem “como nunca se daba cuenta (Clorato) de que la
vida dura sólo quince años” (1957:101). Aparece la idea del tiempo, que ya
hemos visto en los relatos breves, como un motivo fundamental de su obra
artística (narrativa, cine, teatro, poesía).
4. Neville
consigue, en clave humorística, proponer su idea de felicidad que no es nada
baladí y debiéramos prestar interés “la felicidad consiste en preferir el
momento en que la siente a cualquier otro pasado o posiblemente venidero”
(1957:66).
5. Máscara es una de las palabras más empleada. Su uso permite, como en Carnaval, cambiar nuestro aspecto y comportamiento. La vida se
intenta ver desde otra perspectiva y el humor para ello es muy necesario. Cualquier personaje nuevo tiene una historia que ser escuchada y todos los personajes están en disposición de cambiar su destino.
Bibliografía
y webgrafía:
BURGUERA
NADAL, María Luisa (1991). “El humor en
el teatro de Edgar Neville: Alta fidelidad (1957)”. Revista de la Asociación
Europea de Profesores de Español. Núm. 38-39.
CARRATALÁ,
Ríos, Juan Antonio (2009). Una arrolladora simpatía: Edgar Neville.
De Hollywood al Madrid de la posguerra. Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes. Alicante.
GARCÍA
FUENTES, Enrique (1990). “Dos ediciones de ‘Don Clorato de Potasa’”. Anuario
de estudios filológicos. Núm. 13, 1990, 111-122.
LÓPEZ GARCÍA, Pedro
Ignacio Rinconete. Rinconete. Jueves, 13 de marzo de 2003. Centro
Virtual Cervantes. [consultado el 13 de abril de 2020]
NEVILLE, Edgar (1957
[1929]). Don Clorato de Potasa. Espasa. Madrid.
https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20180626/45325745424/edgar-neville-el-cosmopolita-castizo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario