En esta quinta entrada, tras
haber presentado el panorama de la novela negra en la España de la Transición,
me gustaría introduciros al mundo de Pepe Carvalho y presentaros algunas de sus
características principales.
Manuel Vázquez Montalbán inició la
célebre serie Carvalho en 1972 con la publicación de Yo maté a Kennedy.
Impresiones, observaciones y memorias de un guardaespaldas. La serie
consiste en un conjunto de novelas que se enmarcan en el género de la novela
negra y que están protagonizadas por el detective Pepe Carvalho, un detective
privado con una personalidad atípica. La serie se compone de un total de 20
novelas, pero el personaje también aparece en cuentos, ensayos y obras de
teatro del escritor. Aunque la serie constituye un hito en la novela negra
española, podemos destacar tres en particular: Los mares del Sur (1979),
Los pájaros de Bangkok (1983) y La rosa de Alejandría (1984).
Dentro de la novela negra
encontramos el subgénero de novela negra mediterránea, género al cual puede
adscribirse la serie Carvalho. Se trata de un género que reúne las características
del hard-boiled americano: ‘estructura narrativa construida alrededor de
una investigación, comisión de un delito como punto de partida argumental,
personajes detectivescos, ambientes criminales, voluntad de denuncia social,
etc.’ (Sánchez Zapatero y Martín Escribà, 2013: 51), pero que, además de la
procedencia geográfica de los escritores y personajes, también está marcada por
la desilusión y nostalgia políticas.
Pepe Carvalho, el personaje
principal, no solo es el protagonista de la novela por ser quien resuelve los
casos, sino también por escrutar la realidad y trasladar al lector ese
desencanto con la situación de la época. Las obras escritas por V.M. en los
años 70 y los primeros años de los 80 fueron ‘novelas realistas, crónica de lo que va a ser la vida española de transición desde la década del franquismo’ (Sánchez
Zapatero y Martín Escribà, 2013: 47, citado de Tyras, 2003: 103). Como
consecuencia de esa desilusión, el tono que se percibe es de desesperanza y de
frustración. Esta visión de la realidad es producto del nostálgico recuerdo de
los deseos de cambio y renovación que se habían estado alimentado, sobre todo,
durante aquellos meses en los que se anticipaba la cercana muerte del dictador
y la caída del régimen. Deseos y esperanzas que se vieron truncados y olvidados
en el posfranquismo.
En estas novelas, la ciudad de Barcelona funciona como un personaje más.
No es solo un espacio muerto por el que se mueve Carvalho, también remueve la conciencia e incita a la
reflexión. Además, constituye un eje de continuidad entre todas las novelas de
la serie, de manera que el lector encuentra espacios reconocibles y constantes en
todas las obras, como Vallvidrera, donde reside Carvalho, o las calles cercanas
a las Ramblas y al Mercado de la Boquería, donde se encuentra su despacho.
La ciudad también constituye el punto de partida del escritor para
hacer un análisis crítico de la modernización y de la sociedad. En su recorrido
por ella, Carvalho se topa con una Barcelona cosmopolita que nada tiene que ver
con la Barcelona que había conocido en tiempos anteriores. V.M. critica a la
modernización y a la manera en que acaba con las señas de identidad de la
ciudad, provocando que en ocasiones ni siquiera reconozca los espacios y que
experimente un sentimiento de amarga nostalgia.
Mención especial merece la presencia
constante de la gastronomía en toda la producción del escritor. V.M. traspasa
su faceta culinaria a Carvalho y lo convierte, al igual que él, en un experto
en la cocina y en un magnífico gourmet. La inclusión de la gastronomía sirve a varios
fines: el primero tiene que ver con el propio desdoblamiento del escritor en
Carvalho y en el placer que siente por la comida y la elaboración de recetas; el
segundo obedece a la plasmación de lo tradicional y costumbrista por medio de recetas
catalanas; el tercer cometido es que ‘rellena un compás de espera, soluciona la
situación de impasse en el caso policiaco y ayuda a mantener el suspense.’ (Sánchez
Zapatero y Martín Escribà, 2013: 50, citado de Colmeiro, 1994: 187).
Me gustaría destacar, por último,
la importancia que tuvo la obra de Vázquez Montalbán en la literatura latinoamericana.
Los países de Latinoamérica vivieron una situación política, económica y social
similar a la de España y encontraron en este género, al igual que V.M., el
molde perfecto para contar su historia. Como exponen Javier Sánchez Zapatero y Àlex
Martín Escribà:
‘Para los
autores latinoamericanos, carentes de una tradición negra a la que aferrarse,
Vázquez Montalbán va a convertirse así en su gran referente. En su utilización
de los resortes del género y en la plasmación de su crítico y desencantado
discurso encuentran los autores del neopolicial el modelo ideal para iniciar su
tradición de género negro.’ (2013: 58-59).
Bibliografía
Manuel
Vázquez Montalbán. (2020, 31 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia
libre. Fecha de consulta: 27 de abril de 2020. Desde: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Manuel_V%C3%A1zquez_Montalb%C3%A1n&oldid=124728813
Sánchez
Zapatero, J., Martín Escribà, A.
(2013). Manuel Vázquez Montalbán y la novela negra del desencanto. MVM:
Cuadernos de Estudios Manuel Vázquez Montalbán, 1(1), 46-62. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5744311
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