domingo, 3 de mayo de 2020


Ana María Moix


1. Biografía
Ana María Moix nació en Barcelona el 12 de abril de 1947, ella misma decía que su familia pertenecía al repelente rango de la pequeña burguesía catalana, y es que nació dentro de una familia acomodada. Su madre fue modista y su padre padre, junto a sus tíos, estaban encargados de los talleres de pintura que habían creado sus abuelos. La relación con ellos no fue buena, de hecho, pronto se fue a vivir con sus tías y su hermano Ramón.

Fueron tres hermanos, Ramón, Miguel y Ana. Miguel fue un niño enfermo, nació con espina bífida y murió a los dieciocho años, cuando Ana tenía quince, suceso que le marcó profundamente. Ramón eligió no estudiar y ser escritor, decisión que no gustó mucho a su padre hasta que comenzó a ser más reconocido. Ramón, conocido por su seudónimo Terenci, solía llevar a Ana al cine o con sus amigos y le prestaba libros, siendo junto a su padre, que disponía de una importante biblioteca, uno de los primeros contactos de Ana con la literatura. Ramón, al igual que Ana, era muy revolucionario, muy barcelonés, izquierdista y antifranquista. Su muerte en enero de 2003 también marcó enormemente a la escritora, la cual creó en su honor los premios internacionales Terenci Moix de literatura, cine y artes escénicas.

Ana y su hermano Terenci (Ramón)
Ana era una niña muy inteligente, incluso llegaron a subirle de curso, lo que le volvió tímida y reservada al encontrarse en clase con alumnos de varios años más que ella. Estudió Filosofía y Letras, aunque su padre quería que estudiase farmacia, le gustaba el cine y la literatura, no solo leer, sino también escribir. Leyó a Ana María Matute a los doce años, quien influyó enormemente en toda su producción literaria. También leyó a escritores extranjeros como Dostoievski, Henry James, F. Scott Fitzgerald, Carson McCullers y a hispanoamericanos como Vargas Llosa, Cortázar y García Márquez. Históricamente se encontraba en el momento en el que se estaba produciendo la agonía del franquismo y la transición a la democracia, razón por la cual se considera que Ana era una mujer entre dos generaciones, viviendo a su vez la dictadura franquista tardía y experimentando la rebeldía y el nuevo cambio que llegaba desde el extranjero.

Era una mujer de espíritu rebelde, primero escuchaba y después opinaba. Se implicó en política, pero señalando siempre que ella no estaba dentro de ningún partido. Personalmente era una mujer con un gran conflicto de identidad, pero que a la vez sabía lo que quería ser en cuanto a una definición sexual, intelectual y social. Tenía un gran sentido del humor, a veces incluso llegando al humor negro, algo que se podrá apreciar en su literaturaPere Gimferrer fue su mentor y, de nuevo gracias a Terenci, conoció a otros escritores como Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Beatriz de Moura, Oriol Bohigas, Jorge Herralde, Pere Gimferrer, Manuel Vázquez Montalbán o Esther Tusquets, con los que mantuvo una gran amistad.
En 1970 Josep Maria Castellet la incluyó en su antología Nueve novísimos poetas, con textos que tienen todavía hoy una gran vigencia, pero que fue tanto alabada como criticada. La polémica giraba en torno a que los escritores que se encontraban en ella vivían la mayoría en Barcelona o Madrid, es decir, había un centralismo dominante que dejaba fuera a muchos otros autores, no solo porque viviesen fuera de estas grandes ciudades, sino porque, aunque representaban direcciones radicalmente renovadoras, lo hacían en direcciones muy distintas a las de este grupo. En este sentido de ruptura con lo anterior, se señaló también que quizás se estaba confundiendo ruptura y calidad. Algunos autores o críticos apuntaron que más que una antología parecía un manifiesto o una poética, es decir, la enumeración de una serie de características que sí que tenían en ese momento esos autores.

Ana María también participó en la Gauche Divine, movimiento de intelectuales y artistas izquierdistas de Barcelona que se dio durante los años sesenta y comienzos de los setenta. Este grupo estuvo ligado al movimiento cinematográfico denominado Escuela de Barcelona y fue el escritor y periodista Joan de Sagarra quien bautizó al grupo con este nombre. Ana escribiría 24 horas con la Gauche Divine, un retrato irónico de sus vivencias en el movimiento. Además de sus publicaciones literarias, trabajó como articulista en Diario Público de edición catalana, en el periódico Tele/expres, diario independiente, entrevistando a escritores en la sección “Veinticuatro horas de la vida de …” y en la revista Vindicación Feminista donde escribía críticas de cine y de literatura. También dirigió las colecciones de poesía y relatos de las editoriales Plaza & Janés y Bruguera, siendo directora de esta última editorial entre 2006 y 2010. Cuatro años después, el 28 de febrero de 2014, Ana María Moix fallecía después de una larga batalla contra el cáncer.

Bibliografía y webgrafía:

1 comentario:

  1. Buenas tardes.

    Me alegro de que se dé voz en este blog a Ana María Moix, la mujer más relevante de la Generación de los 70, pues el resto de autores más destacados y que han pasado a la posteridad (o que son estudiados en la actualidad) son prácticamente en su totalidad hombres (Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, Leopoldo Panero, Vicente Molina Foix, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, entre otros que podríamos mencionar e incluir en esta nómina).

    Un abrazo.

    Adrián Calvo Martínez

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