martes, 26 de mayo de 2020

Introducción a la simbología de Miguel Hernández


La poesía de Miguel Hernández está cargada de imágenes y de elementos simbólicos. Estos elementos simbólicos varían con el paso del tiempo, desde sus primeros poemas hasta sus últimas obras.

Conocido como el poeta atormentado, Miguel Hernández expresa los grandes temas universales y muestra al hombre con sus miedos y deseos. Esto dará origen a una poesía cósmica atemporal y además, universal. Como bien se explicó en su biografía anteriormente, a pesar de su origen humilde (y su abandono de los estudios a una edad temprana), destaca su gran interés por la literatura y comienza a escribir poesía en torno al año 1925. Surge su voz de poeta que con el paso del tiempo se enriquecerá y madurará hasta convertirse en un poeta de voz profunda, rebelde e intensa o en la voz del poeta que expresa el sufrimiento y melancolía como ocurre en su última obra: Cancionero y Romancero de ausencias.

Para que se produzca ese enriquecimiento y maduración, se debe tener en cuenta la situación personal que vive Miguel Hernández así como las influencias literarias de cada uno de sus periodos literarios. Es por esto, que podemos ver en sus primeros poemas (1924-1931), metáforas que se relacionan con el paisaje de Orihuela y símbolos como el limonero, la higuera, la luna o el olmo. En obras posteriores, las imágenes están más próximas al surrealismo y a pesar de que puede utilizar un mismo elemento simbólico, este puede adquirir un significado diferente dependiendo de cuándo escribe los poemas.

En Perito en lunas (1933) se encuentran los poemas cargados de metáforas y de hermetismo, esta última característica hace difícil su interpretación. Esta interpretación, en ocasiones, se ve favorecida gracias al título del poema, un ejemplo de ello, lo encontramos en el poema “Toro” en donde el elemento del toro ha sido interpretado como un símbolo de valentía. Otro símbolo que podemos encontrar es el de la luna que representa el carácter cíclico de la naturaleza.

 En El rayo que no cesa (1936) el tema central es el amor que queda simbolizado en el rayo. El rayo también es sinónimo de deseo. Otros símbolos que podemos encontrar en esta obra son: el limón como símbolo del pecho femenino, la sangre como símbolo de deseo sexual, la camisa como símbolo del sexo masculino o la pena como frustración ante el rechazo de la amada.

En Viento del pueblo (1937) vemos una poesía de guerra en donde destacan los símbolos hernadianos. También aparecen nuevas imágenes y símbolos. En esta obra, destaca el viento como la voz del pueblo que además, se encarna en el poeta. Un símbolo que se verá a lo largo de toda la obra es el yugo que representa la humillación, otro es el del olivo como símbolo de esperanza (“Los aceituneros de Jaén”), el león se puede ver como un símbolo de rebeldía o el vientre representa al hijo que va a nacer (“Canción del esposo soldado”), este símbolo de una futura vida se contrapone a la muerte y destrucción que provoca la guerra.

En El hombre acecha (1939) los símbolos que podemos encontrar en esta obra son: la sangre como representación del dolor o el tronco como representación del poeta unido a su patria.
En su última obra, Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941) los símbolos están relacionados con la muerte de su primer hijo, por lo que podemos símbolos como el ataúd, en contraposición se ve el vientre, símbolo de vida y esperanza (nacimiento de su segundo hijo), la cebolla es otro símbolo presente en esta obra y representa el alimento que la madre le da al hijo, en Cancionero y romancero de ausencias, la luna representa al pecho femenino.

Se puede llegar a la conclusión de que la obra de Miguel Hernández nos muestra una vida de amor y esperanza que ha sido castigada con la ausencia y que nos lleva hasta la muerte.

Bibliografía: 

CIFO GONZÁLEZ, MANUEL (2012) Imágenes y símbolos en la poesía de Miguel Hernández: https://digitum.um.es/digitum/bitstream/10201/26359/1/Im%C3%A1genes%20y%20s%C3%ADmbolos%20en%20la%20poes%C3%ADa%20de%20Miguel%20Hern%C3%A1ndez.pdf [visitado el 26/05/2020]

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, María.

    Simplemente escribo este mensaje para animaros a leer los poemas escritos por Miguel Hernández en "Cancionero y romancero de ausencias" (1938-1941), un poemario que se encuentra, de alguna manera, inacabado por completo, debido al fallecimiento de este poeta alicantino (concretamente de Orihuela).

    Yo he estado leyendo diversos poemas de este autor, ya que me gustan mucho y, además, al mismo tiempo, me sirven para aprender más. Cada poema esconde y transmite un significado. A pesar de ser un poeta tremendamente estudiado y analizado por una gran cantidad de especialistas en la disciplina, siempre que me he acercado a su estudio he descubierto algo nuevo sobre él. Fantástico.
    Como te dije, me alegro que se le haya dado voz también en este blog.

    ¡Un saludo para todos!

    Adrián Calvo Martínez

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    1. Reconozco que aún no he tenido el placer de leerlo en su totalidad, aunque sí que he leído algunos poemas. Por otro lado, me he centrado en otra obra que tal vez no sea muy conocida y que hablaré de ella en las últimas entradas.

      Me alegra muchísimo que estés aprendiendo más de él a pesar de que se nos ha enseñado durante años gran parte de su trayectoria.

      Un saludo,
      María

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