LAS COMPAÑERAS DE ANTOÑITA LA FANTÁSTICA
En esta entrada del blog hablaremos sobre otras colecciones juveniles
destinadas al público femenino que compartieron espacio y tiempo con
Antoñita la Fantástica.
La colección más conocida fue Celia, creada por la magnífica
escritora Elena Fortún. El personaje nació en 1928 en Gente
menuda, complemento infantil de la revista Blanco y negro.
“Celia era una niña moderna para su época: femenina y tierna,
pero también curiosa hacia el entorno y en ocasiones rebelde”
(Huguet, 2013:21). Al igual que Antoñita, Celia vive alejada de la
realidad de posguerra, su cercanía y humor fue lo que la acabó
convirtiendo en modelo de heroína para las lectoras, muy a pesar de
la censura. Su colección también fue editada por la editorial
Aguilar, hasta 1942 cuando saca Celia madrecita donde la
protagonista ya tiene “14 años, teniéndose que ocupar de sus dos
hermanas pequeñas al morir su madre, y posteriormente adulta y
casada” (Sotomayor, 2007:241).
Más adelante Elena Fortún lanza a una nueva colección donde la
protagonista será una de las hermanas pequeñas de Celia. Mila, la
menor de las hermanas, “es la que mejor reproduce el carácter
imaginativo, aventurero y divertido de Celia en su infancia”
(Sotomayor, 2007:241).
Otro rasgo que comparten estas dos colecciones son los problemas con
la censura. “Primero, no le gusta nada la costura, segundo y al
igual que Antoñita la fantástica de Borita Casas, como veremos más
adelante, sus gustos literarios son poco ortodoxos, y por último es
fundamentalmente libertaria en su forma de enfrentar la vida.”
(Craig 2000:71). Elena Fortún sufrió la censura más duramente que
Borita Casas pues muchas de sus obras fueron prohibidas enteramente1.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwkKzd7Kckz8nYPdO9GQTzuOfaHAd-eFttoSyQpcD2SZqOx2kyiIVHh92Xv-aomfP-R4swontb6Yegc44U3IQ8G367uud3xVZbBI9aP3MZhUSFVTg4HLB6o-uT7rsc19o5PZnLsBcwxj1S/s200/maria+claret.jpg)
Mari Pepa es una niña de siete años, de clase media favorecida, “de melena rubia y mirada amplia” que pasa el tiempo haciendo costura, cocinando, creando manuales,... “Mari Pepa es obediente y nada hay en el personaje que desentone con la corrección al uso: el entorno familiar ordenado y cómodo, la educación católica apoyada por una institutriz doméstica, y saludables vacaciones que alternaban el mar (en San Sebastián) y la montaña” (Huguet, 2013:23).
“La suya es una escritura modélica, en el sentido de ajustarse a
las exigencias sociales y morales del régimen. Mari Pepa es un
modelo de la evasión dispuesta por la propaganda franquista, siempre
ajena a la realidad cotidiana” (Huguet, 2013:22). Por esta razón
las obras de Emilia Cotarelo no tuvieron problemas en pasar la
censura. Distinto es el lenguaje de Mari Pepa “artificioso y poco
creíble”, además de situaciones y personajes alejados del humor
muy diferente a lo que encontramos en
Antoñita o Celia. “A mi hermano José Antonio le tenía una rabia
terribilísima. En cuanto lo veía al lado de la jaula, se ponía
frenético, erizaba las plumas y se lanzaba contra los barrotes,
dispuesto a herirlo a picotazos. La conducta de Pirrimplín me tenía
consternada” (Sotomayor, 2007:244).
Las tres son obras que presentan una realidad muy alejada de la
sociedad de posguerra. La literatura juvenil del primer franquismo
tiene como fin la evasión y la presentación de un ambiente
dulcificado gracias al uso del humor derivado del carácter curioso y
la ingenuidad infantil. Tampoco hay que
olvidar otras colecciones como “Mari-Sol, de Josefina
Álvarez Cánovas, Marialí, de Ilde Gir (Matilde Gironella),
Charito y sus hermanas, de Matilde Ras, otra Marisol de
Carolina Toral y un sinfín de niñas y muñecas que protagonizan
historias familiares de carácter aleccionador en la mayoría de los
casos”. (Sotomayor, 2007:241)
Bibliografía
CRAIG, Ian S. (2000). “La censura franquista en la literatura para
niñas: Celia y Antoñita la fantástica bajo el caudillo”. En
Actas del XIII Congreso de la Asociación Internacional de
Hispanitas, Vol 4, pp. 69-78. Recuperado del Centro Virtual
Cervantes:
https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/13/aih_13_4_008.pdf.
[visitado el 1/05/2020]
HUGUET, Montserrat. (2013). “Memoria del primer franquismo.
Mujeres, niños y cuentos de infancia”. Sobre Donne e bambini.
Italia. Recuperado de:
https://core.ac.uk/download/pdf/29403923.pdf
[visitado el 1/05/2020]
SOTOMAYOR SÁEZ, M.ª Victoria (2007). “El humor en la literatura
infantil del franquismo”. Anales de Literatura Española,
n.º 19, pp. 237-251.
1“El
Delegado Nacional de Propaganda envía el siguiente comunicado a
Manuel Aguilar: «Con motivo de la prohibición de circulación y
recogida de la obra de Elena Fortún titulada Celia institutriz,
decretada por esta Delegación Nacional, [ésta] ha determinado que
en adelante no sea autorizada la publicación ni la circulación de
ninguna obra de dicha escritora” (Craig :71)
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