Para abarcar el panorama literario de E. Jardiel
Poncela debemos atender a su producción poética, novelesca y teatral.
Las entradas "Poesía de E. Jardiel Poncela I" y "II" conforman un mismo análisis. Pero, dada la extensión de los poemas, ha sido necesario dividirlas en dos secciones.
1. Poesía de E. Jardiel Poncela I.
E. Jardiel Poncela cultivó una poesía que no ha
recibido suficiente atención por parte de la historia de la literatura por carecer de
pretensiones retóricas que conformasen un estilo poético personal. Sin embargo, sí ha sido valorada su maestría poética (y cómica) demostrada en su exitosa obra teatral en verso Angelina o el honor de un brigadier y en sus poemas socio-políticos publicados en periódicos bajo el título de Gacetilla rimada, en los que explicaba las noticias en verso.
Los versos rimados de Jardiel imprimen un humor relacionado con la confección de la palabra y que abarca diferentes temas. Su poesía no es tan rica en cuanto a recursos
literarios, metáforas y forma, pero es fundamental para conocer la personalidad
de este autor. Recordemos que Jardiel fue un perseverante escritor que buscó
renovar la literatura humorística desde la perspectiva vanguardista. Por lo
tanto, concibió el humor como el eje central sobre el que articular toda su
labor literaria. Su poesía no se orientó a la crítica
metaliteraria, como sí sucedió con la novela y el teatro, pero permite reconocer el espíritu crítico del autor.
A
continuación, se recogen los tres poemas que vamos a tratar: “Nueva
York”, “Ford V8” y “Del Limbo se escapan corriendo mis perros”.
En primer lugar, comentaremos su poema “Nueva York”[1]:
Una ciudad con dos ríos
chinos, negros y judíos
con idénticos anhelos.
Y millones de habitantes
pequeños como guisantes,
vistos desde un rascacielos.
En el invierno, un cruel frío
que hace llorar. En estío
un calor abrasador
que mata al gobernador
-que es siempre un señor con lentes-
y a los doce o trece agentes
que llevaba alrededor.
Soledad entre las gentes.
Comerciantes y clientes.
Un templo junto a un teatro.
Veintitrés o veinticuatro
religiones diferentes.
Agitación. Disparate.
Jazz-band. Jugo de tomate.
Chicle. Whisky. Gasolina.
Circuncisión. Periodismo:
diez ediciones diarias,
que anuncian noticias varias
y todas dicen lo mismo.
Parques con una caterva
de amantes sobre la hierba
entre mil ardillas vivas.
Masas con fama de activas,
pero indolentes y apáticas.
Estrellas, actrices, divas
y máquinas automáticas.
Oficinas sin tinteros:
con Kalamazoos, ficheros,
con nueve timbres por mesa
y con patronos groseros
de cara de aves de presa.
Espectáculos por horas.
Sandwichs de pollo y pepino.
Ruido de remachadoras.
Magos y adivinadoras
de la suerte y del destino.
Hombres de un solo perfil,
con la nariz infantil
y los corazones viejos;
el cielo pilla tan lejos,
que nadie mira a lo alto.
Radio. Brigadas de Asalto.
Sed. Coca-Cola. Sudor.
Limpiabotas de color.
Cemento. Acero. Basalto.
Garages con ascensor.
Prisa. Bolsa. Sobresalto.
Y dólares. Y dolor:
un infinito dolor
corriendo por el asfalto
entre un Chevrolet y un Ford.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIIz8FB1d_QJsdPp44YgnzDf5Hcarmy89wST1XeiizAptRHRynW9b2UF1IrFOMFoe_nQT608CGk4vXJa6elrs655q4JNogTN57_g6W_7M8WF72OFtnRIYFTFbik3kHzyXJ0jUbYlkqyMqH/s320/unnamed.jpg)
Como ya hemos apuntado, Jardiel articulaba su humor sobre la parodia y la crítica. Sin embargo, en "Nueva York" no incluye puntos cómicos hilarantes, pues el centro argumental es la desvinculación emocional que sentía en las tierras norteamericanas, tan distintas a las europeas.
[1]
EJP, OC,
II, 507-508. Extraído de http://jardielponcela.blogspot.com/2009/01/textos.html [Consulta: 04/05/2020]
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