Para
poder entender el auge de la novela negra durante la Transición española es
necesario remontarnos al año 1975, año en el que muere el dictador Franco y, en
consecuencia, se produce toda una serie de cambios en los ámbitos político,
social, económico y cultural.
Si bien es cierto que a
partir de este momento se pudo emprender el viaje hacia la democracia y la
libertad, este camino ya había empezado a pavimentarse desde la década de los
sesenta, época del tardofranquismo. No se trató, por tanto, de un cambio
radical derivado de la caída de la dictadura, sino de una continuidad que se
pudo ver con mayor claridad a partir de esta. Partiendo de esta idea, podemos
explicar el auge de las editoriales y de la novela negra en el periodo transitorio
a la democracia.
Durante la década de los
sesenta, España vivió una gran modernización a nivel económico y social.
Gracias a esto, tuvo lugar un aumento de la clase social media, de su poder
adquisitivo y de su capacidad de consumo cultural. Con la apertura política y
social, las clases capacitadas para el consumo encontraron un mercado que había
ampliado su horizonte y mejorado su oferta. Fue, en concreto, el caso del cine
y de la industria editorial.
En cuanto a la industria
editorial, que es la que nos ocupa en este caso, su apogeo benefició
particularmente a la novela criminal. Antes del 75, este género había tenido
escasa presencia en el panorama literario español, pocos escritores la
cultivaban y las editoriales se veían obligados a acudir a traducciones de
novelas extranjeras. Esto se debe, como es evidente, a que la novela criminal
se nutre de la realidad y de la crítica social, por lo que no tenía cabida en
el contexto de censura ideológica franquista. Tras la caída del régimen,
aquellas obras que se habían gestado en el desarrollismo de los sesenta
pudieron salir a la luz. Así, en el 75 se publica La verdad sobre el caso
Savolta, de Eduardo Mendoza, obra que inaugura el boom de este
género en el periodo democrático.
La novela negra de este
periodo adoptará una postura realista, postura que le había sido negada durante
el tardofranquismo por la censura y por las disputas ideológico-literarias.
Recordemos que, durante la década de los sesenta, el realismo social y político
había sido rechazado y atacado por figuras como Juan Goytisolo o los Novísimos.
Junto a V. M., escritores como Andreu Martín, Juan Madrid, Alonso Grosso, Jorge
Martínez Reverte, María Antònia Oliver y Francisco González Ledesma combinarán
los mecanismos tradicionales de la novela detectivesca hard-boiled
americana, un subgénero de la ficción policiaca caracterizado por la lascivia,
la violencia y el erotismo, con tramas de carácter social para desarrollar su
narrativa. Los temas girarán en torno a los crímenes que tienen lugar en el nuevo
Estado consolidado y a las figuras más poderosas que lo integran: políticos,
empresarios, etc. Como resultado, se obtienen obras de gran interés colectivo
por los misterios que se plantean y la curiosidad que generan, así como por ser,
al fin y al cabo, tramas caracterizadas por la acción y la aventura, elementos que
complacen masivamente.
En el caso de Vázquez
Montalbán, será uno de los escritores más prolíficos de este género y orientará
su producción hacia esa literatura crítica y social que tan necesaria
consideraba. Como mencionaba en la entrada destinada al análisis de El
pianista, V. M. concede un papel principal en su obra a la memoria
histórica y su reivindicación, por lo que será una constante en toda su
producción. El género de la novela negra, ‘gracias a su estructura indagatoria
y a los principios epistemológicos en que se basa, funciona como un mecanismo
de resistencia, de negación de la política del olvido, al empeñarse en saber
qué pasó realmente.’ (Balibrea Enrízquez, 2002: 116-117). Así, frente a los
intentos de aquellos que ostentan el poder por silenciar y olvidar los
acontecimientos pasados, la novela negra se ofrece como espacio para aquellos lectores
que buscan el entretenimiento, pero también para un público que ‘busca claves
críticas para navegar una sociedad conducida del desencanto al paro y a la
euforia consumista, sin detenerse nunca para efectuar una reflexión crítica.’ (Balibrea
Enrízquez, 2002: 117).
Conforme avanzamos a la
década de los noventa, la novela negra se tornará más conservadora y
conformista, con protagonistas que desempeñan cargos en las fuerzas y cuerpos
de seguridad del Estado. Los grandes novelistas del género de la década de los
setenta/ochenta toman otros caminos. Vázquez Montalbán, por ejemplo, se dedica
a la labor ensayística durante estos años. El género continúa cultivándose y se
siguen traduciendo obras extranjeras, pero las editoriales ya no hacen tantos
esfuerzos por impulsar el género como veíamos en los años ochenta.
Bibliografía
Balibrea
Enrízquez, M. P. (2002). La novela negra en la transición
española como fenómeno cultural: una interpretación. Iberoamericana. América
Latina, España, Portugal, (7), 111-118. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=299326
Hard boiled. (2019, 14 de diciembre). Wikipedia, La enciclopedia libre.
Fecha de consulta: 24 de abril de 2020. Desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Hard_boiled&oldid=122027676.
Hola. Siempre me ha interesado Vázquez Montalbán porque tiene una prosa que engancha. Recuerdo haber leído algún libro de la serie sobre Carvalho. Me gustó mucho Los pájaros de Bangkok. Siempre es un libro para recomendar. También he leído alguno de los de la comida, aunque el aspecto culinario está en todos.
ResponderEliminarRecuerdo haber escuchado en alguna entrevista que era muy prolífico. En poco tiempo lograba un ensayo sobresaliente (de una tirada).
En algún momento creo que leeré El pianista y Tatuaje. Recuerdo que en un biblioteca que estuve en Francia (1 mes de practicas) era un autor leído y conocido.
Hola, Silvestre.
EliminarNo he tenido la oportunidad de leer 'Los pájaros de Bangkok', pero he leído que es una de las mejores obras del escritor. Era muy prolífico, sí. Su producción es tremenda, de hecho fue unos de los aspectos que me animó a escogerlo para el blog.
Te recomiendo leer 'El pianista'. Mi segunda entrada está dedicada a esa novela, me parece fantástica.
Gracias por tu comentario, Silvestre. Un saludo.
Buenas, Julia.
ResponderEliminarMe parece súper interesante este tema. La verdad es que no conocía a Vázquez Montalbán ni a Eduardo Mendoza pero la lectura de "La verdad sobre el caso Sabolta" me ha abierto los ojos a un género literario que me gustaría seguir descubriendo, por ello me ha gustado mucho las referencias a otros autores y libros que sin duda leeré.
Un saludo,
Sandra
Hola, Sandra. Si te ves con ganas de seguir indagando en la novela policiaca, puedes echarle un vistazo a alguna de las novelas de la Serie Carvalho, estoy segura de que te gustarán. También te recomiendo 'El misterio de la cripta embrujada' de Eduardo Mendoza, es bastante entretenida.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Un saludo.