José Hierro (1922-2002). Poema Respuesta.
En primer lugar, del libro Antología de la poesía española (1939-1975), editado por Ariadna G. García, he decido elegir el poema Respuesta de José Hierro dentro de su obra Alegría de 1947. En segundo lugar, del libro Antología poética (Hierro, 1993) extraigo casi todas las siguientes ideas, divididas en tres puntos, para abordar la obra de José Hierro. Mi estudio está centrado hasta el poemario Alegría de 1947, aunque avanzo parte de su obra en el tercer capítulo hasta 1992. Probablemente, el periodo de 1947-1992 sea complementado gracias a Lynn, quien ha escogido un poema de Quinta del 42 (1952).
En primer lugar, del libro Antología de la poesía española (1939-1975), editado por Ariadna G. García, he decido elegir el poema Respuesta de José Hierro dentro de su obra Alegría de 1947. En segundo lugar, del libro Antología poética (Hierro, 1993) extraigo casi todas las siguientes ideas, divididas en tres puntos, para abordar la obra de José Hierro. Mi estudio está centrado hasta el poemario Alegría de 1947, aunque avanzo parte de su obra en el tercer capítulo hasta 1992. Probablemente, el periodo de 1947-1992 sea complementado gracias a Lynn, quien ha escogido un poema de Quinta del 42 (1952).
Con intención esquemática he dividido la información en guiones y he resaltado en negrito datos que me parecen relevantes.
1. Los orígenes de la personalidad literaria (1936-1944):
-
José Hierro nace el 3 de abril de 1922 en Madrid,
aunque él se considera más santanderino pues se trasladó a los pocos años a
Santander.
-
Desde “La leyenda del almendro” destacó por sus
especiales aptitudes literarias. Cuento ambientado en el mundo oriental que escribió de adolescente. El relato fue vencedor del premio del Ateneo de Santander, pero al ir a recibir el premio le dijeron que no podía ser suyo. Desde entonces, quedó marcado por el el sentimiento de injusticia (Documentos RNE, 2011).
- Su vocación poética despierta en 1936, con 14 años,
cuando comienza a leer Antología de la
poesía española contemporánea realizada por Gerardo Diego.
-
¿Qué influencias tuvo J. Hierro hasta 1944? Teatro
clásico y moderno, poesía del XIX (Bécquer y Espronceda) simbolistas,
modernistas y novelistas naturalistas.
-
En este periodo escribe romances de guerra,
composiciones humorísticas y poesía inspirada en los poetas del grupo del 27.
-
La poesía de J. Hierro es la plantación artística de
una sensibilidad alimentada por lecturas de otros poetas: poesía clásica,
romanticismo y modernismo con una expresión inspirada en los poetas del 27.
“Desde que descubriera el lenguaje de la poesía
contemporánea hay un tiempo de trabajos “contagiados” (pastiches) sin personalidad. En el 44 tienen una personalidad; no
que no se parezcan a algo, sino que hay una impronta personal” (Hierro, 1993).
- Para que ocurra esto se produce la lectura de
ensayistas que ofrecen una interpretación del hombre, de la vida y del arte que
le permite ver de forma unitaria la realidad literaria e histórica y su propia
realidad personal. Ortega y Gasset, Unamuno, Spengler, Nietzsche, Kierkegaard.
-
Amistades. Luis Hidalgo, Gerardo Diego, Manuel Llano.
- Un suceso cambiará su forma de ver el mundo (pérdida
del paraíso) con la entrada en prisión por “auxilio” o “adhesión” al bando
perdedor. Se produce un tránsito desde los “alegres” años 20 a la literatura
existencialista, preocupada y comprometida de posguerra. Se abre a nuevas
tendencias literarias.
-
Su producción literaria se despega de la poesía y
aparece el tema del retorno (pérdida del paraíso).
“Con el paso del tiempo, me di cuenta de que
todos mis escritos de aquella época eran involuntarios remedos de los textos de
la Generación del 27. Este periodo de aprendizaje duró entre 1936 y 1944” (Hierro, 1993).
2. Cristalización de literatura y vida
(1944-1947):
- Se traslada a Valencia junto a Luis Hidalgo.
Allí, encuentra el círculo de amistades. Allí, se ha fundado Cárcel una de las primeras revistas
literarias importantes de posguerra (por ejemplo, se homenajea la obra Sombra de paraíso de V. Aleixandre).
- Desde la estética vanguardista y surrealista se
incorpora al movimiento rehumanizador. Contexto de más revistas como Espadaña y Proel de la que tras la muerte de Luis Hidalgo en 1947 toma parte
muy activa volviendo a Santander.
- “Un día en 1944 encontré el tono, lo personal”. Este hallazgo, fruto
de la “asimilación” y la “combinación” de lecturas anteriores, dará lugar a su
primer libro, Tierra sin nosotros; sus
dos libros posteriores Alegría y Con las piedras con el viento se
escriben entre 1944-1947.
“Probablemente una de las peculiaridades de la
poesía que hoy nos gusta es su capacidad de remitirnos al poeta, al hombre. Se trata de una de nuestras
deformaciones actuales: preferir la vida
a la obra, o, dicho de una manera menos violenta, servirnos de la obra como
un trampolín para saltar a la vida” (Hierro, 1993).
-
Tierra sin nosotros, tema del paraíso (D. Alonso, V. Aleixandre) como
una intuición cardinal en su poesía. “abordent le problème de l’homme d’aujourd’hui, son drame et son agonie”(Hierro, 1993).
-
Evoluciona desde el
maravilloso e ideal universo poético de los años 20 a la posterior experiencia
de guerra y la personal cárcel (el conocimiento de la muerte) lo que al
fundirse con la problemática existencial de autores como Unamuno, Kierkegaard,
Nietzsche o Staiger. Estos autores “nos han enseñado a mirarnos por dentro, en
las profundidades negras y desoladas de nuestro ser existencial…”.
-
El poeta de posguerra debe
volver a la realidad, al hombre “entero” mediante un lenguaje en el que la
forma (la razón) no sea una pantalla que impida llegar a la realidad, es decir,
un lenguaje “transparente”. J. Hierro crea pensando en la idea que el signo no
se separe de la forma.
-
En sus versos encontramos
los rasgos estilísticos que expresan a ese hombre dividido tras la pérdida del
paraíso: la función que ejerce el ritmo, el significado del encabalgamiento,
los paréntesis, el contraste, el desdoblamiento…
3. Segunda
mitad de siglo (1947-1992):
- El
tiempo es una de las claves fundamentales de la poesía de José Hierro que
arranca de la pérdida del paraíso.
- El
significado del paraíso perdido queda más perfilado si atendemos a las razones
que motivan esa expulsión. Como en Unamuno, el resultado es el descubrimiento
de la vida, de lo concreto y de la
realidad inmediata, el ansia de vivir en “cuerpo” y “alma”. El dolor de la
pérdida del paraíso ha conducido al
hombre a la solidaridad y a la alegría. “Esta alegría que ahora siento / yo
sólo sé lo que me cuesta” (del poema “Olas”).
- Este
poema enlaza Tierra con nosotros con
el de Alegría. Una característica de esta obra es la dificultad para
alcanzar una perspectiva unitaria que desvele el significado del libro o el
resultado de sus meditaciones poéticas y su conclusión final. Me interesa especialmente la visión de Ricardo
Gullón cuando dice “si la palabra alegría del
título fuese sustituible, lo sería en todo caso, por angustia. Pues la raíz de este pequeño libro es la situación
angustiada de un hombre para quien ya no son buenos, ya no le sirven
vitalmente, los dulces engaños con que el hombre se adormece: las falacias
llamadas comúnmente ilusiones. El poeta sabe cuán delicioso es navegar por esas
aguas plácidas que no conocen tempestad ni zozobras, pero –y esta es nota
diferencial de su actitud, pues lo corriente es la opuesta- lejos de añorar el
bien perdido, lo deja ir a la deriva de los recuerdos y se aferra a su voluntad
de vivir realmente, en la realidad y no en el ensueño” (Hierro, 1993).
- Justifica
el derecho del poeta a “contradecirse” basándose en la mutabilidad del estado
de ánimo-
- Unamuno
y Kierkegaard son los que de manera más evidente están detrás de Alegría y justifican claramente la
“ambigüedad” del significado y la presencia de la “contradicción”.
- La
expresión del hombre “dividido” convierte al protagonista de la poesía de J.
Hierro en un testimonio inmejorable de las consecuencias psicológicas de la
guerra.
Antes de dar paso al poema quería indicar las ideas de Lina Rodríguez que me parecen acertadas y valiosas "Buscar la felicidad en el sencillo acto de vivir a diario y en paz: ése fue el gran tema de los primeros poemarios de dos de los grandes poetas del siglo XX con una trayectoria ideológica y estética más compacta [...] en medio de tanta pesimismo reinante invitaba "A la alegría por dolor" (Rodríguez, 2017: 581).
Antes de dar paso al poema quería indicar las ideas de Lina Rodríguez que me parecen acertadas y valiosas "Buscar la felicidad en el sencillo acto de vivir a diario y en paz: ése fue el gran tema de los primeros poemarios de dos de los grandes poetas del siglo XX con una trayectoria ideológica y estética más compacta [...] en medio de tanta pesimismo reinante invitaba "A la alegría por dolor" (Rodríguez, 2017: 581).
Quisiera que tú me
entendieras a mí sin palabras.
Silabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Bibliografía:
G. GARCÍA, Ariadna (ed.) (2006). Antología
de la poesía española (1939-1975). Akal. Madrid.
HIERRO, José (1993). Antología poética (ed. Gonzalo Corona Marzol). Espasa Calpe. Madrid.
RODRÍGUEZ CACHO, Lina (2011) [2009]. Manual de historia de la literatura española. Castalia. Madrid.
HIERRO, José (1993). Antología poética (ed. Gonzalo Corona Marzol). Espasa Calpe. Madrid.
RODRÍGUEZ CACHO, Lina (2011) [2009]. Manual de historia de la literatura española. Castalia. Madrid.
Webgrafía:
https://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-jose-hierro-palabras-piedra-viento-21-02-15/1527764/ Programa documental radiofónico dedicado a la obra de José Hierro que dura sesenta minutos.
aprendí hondas razones que tú no comprendes.
RESPUESTA
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.
Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.
Comentario:
Treinta y dos versos engloban la respuesta del poeta que se dirige a nosotros y, desde mi punto de vista, también a él mismo. De forma cíclica se va repitiendo la idea inicial "que tú me entendieras a mí sin palabras". Por lo tanto, un primer rasgo es la repetición. Por ejemplo, los derivados del verbo entender "entendieras, entiendes, entiendo, entendieses" son importantes para recalcar el diálogo que se establece entre el receptor y el emisor. El poeta quiere que tú (nosotros como lectores) entendamos que él ya ha entendido las dificultades de la vida "que había que andar por ciudades perdidas / y llorar en sus calles sintiéndote débil" y quiere que nosotros seamos capaces de superar las vicisitudes. Sin embargo, la respuesta para comprender los más de treinta versos acaba siendo la incapacidad de expresarlo en palabras "sin palabras, amigo" ya que no tiene la respuesta verbal. El poeta recurre a lo inefable para comprender que la vida atesora tanto momentos buenos como malos. En esa antítesis que conforma la vida el poeta desvela su experiencia vital para demostrar que en el dolor él ha encontrado la alegría. El poeta quiere que seamos capaces de vencer, de una vez por todas, a la muerte, borrar la tristeza y llevar la luz, la energía.
En el contexto en que Hierro escribe estos poemas, ha perdido a su padre y a uno de sus mejores amigos, ha estado encarcelado y estigmatizado, pero encuentra luz, fuerza y energía para saber que si hay dolor, también hay alegría. De la injusticia sobresale el poeta humano.
El léxico empleado es directo, sin dificultades. Traslada la emoción de los sentimientos de una persona que abre su corazón. Hierro se despreocupa de la métrica y habla el poeta sin la preocupación por la forma, centrándose en los sentimientos. El compromiso social se eleva a las preocupaciones del humano en mayúsculas.
Los treinta y dos versos los he dividido en seis partes:
1.ª Se establece el diálogo entre el poeta y nosotros. El poeta quiere que seamos capaz de comprender lo esencial de la vida. A través de paralelismos se incide en la idea de entender sin palabras. Esta idea conforma una antítesis para el hombre común, pero si se piensa bien cuando una persona, por ejemplo, te gusta no se lo demuestras con la voz sino con los ojos. Así, Hierro entiende al mar. Sabe sentir las emociones y quiere que nosotros también seamos capaces.
Comentario:
Treinta y dos versos engloban la respuesta del poeta que se dirige a nosotros y, desde mi punto de vista, también a él mismo. De forma cíclica se va repitiendo la idea inicial "que tú me entendieras a mí sin palabras". Por lo tanto, un primer rasgo es la repetición. Por ejemplo, los derivados del verbo entender "entendieras, entiendes, entiendo, entendieses" son importantes para recalcar el diálogo que se establece entre el receptor y el emisor. El poeta quiere que tú (nosotros como lectores) entendamos que él ya ha entendido las dificultades de la vida "que había que andar por ciudades perdidas / y llorar en sus calles sintiéndote débil" y quiere que nosotros seamos capaces de superar las vicisitudes. Sin embargo, la respuesta para comprender los más de treinta versos acaba siendo la incapacidad de expresarlo en palabras "sin palabras, amigo" ya que no tiene la respuesta verbal. El poeta recurre a lo inefable para comprender que la vida atesora tanto momentos buenos como malos. En esa antítesis que conforma la vida el poeta desvela su experiencia vital para demostrar que en el dolor él ha encontrado la alegría. El poeta quiere que seamos capaces de vencer, de una vez por todas, a la muerte, borrar la tristeza y llevar la luz, la energía.
En el contexto en que Hierro escribe estos poemas, ha perdido a su padre y a uno de sus mejores amigos, ha estado encarcelado y estigmatizado, pero encuentra luz, fuerza y energía para saber que si hay dolor, también hay alegría. De la injusticia sobresale el poeta humano.
El léxico empleado es directo, sin dificultades. Traslada la emoción de los sentimientos de una persona que abre su corazón. Hierro se despreocupa de la métrica y habla el poeta sin la preocupación por la forma, centrándose en los sentimientos. El compromiso social se eleva a las preocupaciones del humano en mayúsculas.
Los treinta y dos versos los he dividido en seis partes:
1.ª Se establece el diálogo entre el poeta y nosotros. El poeta quiere que seamos capaz de comprender lo esencial de la vida. A través de paralelismos se incide en la idea de entender sin palabras. Esta idea conforma una antítesis para el hombre común, pero si se piensa bien cuando una persona, por ejemplo, te gusta no se lo demuestras con la voz sino con los ojos. Así, Hierro entiende al mar. Sabe sentir las emociones y quiere que nosotros también seamos capaces.
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
2.ª De nuevo paralelismos, anáforas (me preguntas, me preguntas) y antítesis. El poeta tiene razones con las que ha sabido comprender, pero nosotros no llegamos a ellas. El poeta quiere darnos la respuesta con luz y con pasión. En ese diálogo, el poeta no halla la respuesta.
2.ª De nuevo paralelismos, anáforas (me preguntas, me preguntas) y antítesis. El poeta tiene razones con las que ha sabido comprender, pero nosotros no llegamos a ellas. El poeta quiere darnos la respuesta con luz y con pasión. En ese diálogo, el poeta no halla la respuesta.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte
Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
3.ª Los mismos rasgos que los anteriores. El poeta describe los sentimientos que experimenta "loca alegría" y quiere que nosotros seamos capaces de vencer "la tristeza y la muerte".
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.
4.ª El poeta también ha sentido la fragilidad de la vida, los malos presagios.
Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
4.ª El poeta también ha sentido la fragilidad de la vida, los malos presagios.
Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
5.ª Intensifica el sentimiento con imágenes que parten de la naturaleza "vida que rompe la ola".
5.ª Intensifica el sentimiento con imágenes que parten de la naturaleza "vida que rompe la ola".
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
6.ª Aparecen las preguntas retóricas (finalidad de reforzar la idea principal). El poeta se pregunta como vencer las dificultades (las cuales él experimentado). Los dos últimos versos son muy intentos. En la cárcel la gente moría, su padre lo hizo, hubo penurias y maldad. Y, sin embargo, logra "llevar a tu noche la luna/poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste".
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
7.ª La respuesta es una repetición que ya habíamos tenido en el primer verso.
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.
Tema: Vencer al miedo, la tristeza y la muerte. (¿Cómo? Al aprender de la vida y sacar la plenitud, la fuerza, la entereza.)
Estructura: Tirada de versos sin rima.
Estilo: Versos prosaicos.
Imágenes: La naturaleza (el mar, las olas, el campo, la flor) y los sentidos.
Forma: Repeticiones (anáforas, paralelismos, etc), metáforas e imágenes.
Opinión: Es un poema fácil y difícil. Encierra sabiduría y contraposiciones. Dice que la respuesta esta sin palabras (las contradicciones de la vida). Cada uno de nosotros tendrá que "aprender las hondas razones".
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?el
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me pregunta
Gracias, Silvestre, por subir tu poema y por tus anotaciones. Parece posible que no puedan hacerse las exposiciones, o al menos, no en la fecha prevista, así que es una excelente idea que la hayas compartido mediante el blog.
ResponderEliminarAmigo Silvestre, me hace ilusión ver una vez más la influencia de Unamuno, de quien estoy haciendo el TFG, como tú lo mencionas en tu comentario. Además, me ha emocionado bastante este verso:
ResponderEliminar''Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde''
De este poema solo conocía el último verso. Has seleccionado una poesía hermosa, amigo.
Un abrazote.
¡Ay! Muchas gracias por los comentarios. Me alegro Javier que te haya emocionado el poema. Tengo un grato recuerdo por José Hierro pues me parece que sabe mirar a la vida de frente y demostrar que vale la pena vivir. Los últimos versos me parecen algo enigmáticos. Tengo la impresión siempre que lo releo que me habla directamente, que sale de lo escrito y pasa a la voz.
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