jueves, 2 de abril de 2020

Para una introducción a Gloria Fuertes

Ella nunca se sintió ligada a ningún movimiento y se definía como «autodidacta y poéticamente desescolarizada», la crítica ha unido su nombre a dos movimientos literarios como la Generación del 50 y el Postismo. Con los de la Generación del 50 le une el haber publicado en esa época y el tipo de poesía de denuncia moral que hacía Celaya, Blas de Otero, José Hierro, García Nieto, Ángel Crespo o Bouosoño entre otros cuyos temas son: la soledad, el dolor, la injusticia social, el amor, Dios, la muerte... Sin embargo, la principal diferencia entre Gloria Fuertes y estos poetas es que, aunque los poemas de ambos salen del dolor, del desamor y del amor, ni ellos ni los postistas supieron llegar al pueblo de la forma en que lo hacía Gloria Fuertes. Y es que ella decía que «antes de contar las sílabas, los poetas tienen que contar lo que pasa». (...) No podemos pasar por alto que Gloria Fuertes fue una de las voces iniciales de la poesía femenina de posguerra con Carmen Conde y Ángela Figuera, entre otras.
(...)
Acabada la guerra comienza a relacionarse con el mundo de las letras en revistas como Pelayos, o ChicosChicas Chiquitito, estas últimas bajo la dirección de Consuelo Gil, donde publica cuentos de humor desde 1940 hasta 1955. Colabora como redactora en la revista infantil Maravillas, suplemento infantil del diario Arriba, portavoz de la Falange y dirigido por fray Justo Pérez de Urbel. Lo primero que publicó fueron unas aleluyas y unas historietas de una niña de 9 años llamada Coletas. También aquí presentó a Pelines, un niño de 6 años que llegó a ser más popular incluso que Coletas. Al principio ella misma dibujaba las historietas, pero pronto se hizo cargo de esta labor ilustradora Soravilla. Siguió publicando semanalmente cuentos, historietas y poesía para niños en esta revista hasta el año 1953.
Se estrenan diversas obras suyas de teatro infantil y poemas escenificados en varios teatros de Madrid.
Más información en http://www.gloriafuertes.org/

A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo
–manantiales de versos encendidos y
cascadas de paz es lo que tengo–

 De Isla ignorada, 1950

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Lo confieso

Es triste, y porque es triste, lo confieso;

aquí estoy yo y vengo voceando,
buceando, mejor, en la niebla;
ahorcándome la voz entre los álamos.
Ganándome el sudor con este pan,
ganándome la vida con las manos,
ganándome el dolor con el placer,
ganándome la envidia con el salmo.
Ganándome la muerte con la vida,
voy consiguiendo todo sin el llanto,
que soy la mujer fuerte que se viste
y medita mirando el calendario.
Es triste, y porque es triste, lo confieso,
cuesta mucho vencerse, sin embargo,
intenta dar un beso al enemigo
verás que sale luz de tu costado.

De Aconsejo beber hilo, 1954

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En 1954 Gloria Fuertes editó uno de sus libros más emblemáticos: Antología y poemas del suburbio. Lo hizo fuera de España, en la Colección Lírica Hispana, debido a la censura. Ella misma decía:


" yo no sé si mi poesía es social, mística, triste, graciosa o qué, pero si esto no es poesía social, que venga Dios y lo vea"

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